La inflación en la eurozona alcanzó otro máximo histórico en octubre. En comparación con el mismo mes del año pasado, los precios al consumo aumentaron un 10,7%, según ha anunciado este lunes la oficina de estadística Eurostat en Luxemburgo en una primera estimación. Los economistas esperaban una tasa del 10,3 por ciento, cuatro décimas inferior al dato final.

La inflación de octubre es la más alta desde que el euro se introdujo como moneda única el año 1999. El mes anterior, los precios al consumo aumentaron un 9,9%. La inflación volvió a ser impulsada por el fuerte aumento de los precios de la energía, que aumentaron un 41,9%, en comparación con el mismo mes del año pasado. Además, la subida de los precios de los alimentos y de los bienes de lujo se ha acelerado, aumentando un 13,1% respeto el año anterior.

Por su parte, los precios de los bienes y servicios industriales no energéticos también aumentaron con más intensidad. La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energía, los alimentos y los bienes de lujo que son especialmente susceptibles a las fluctuaciones, pasó del 4,8 al 5,0% el año anterior.

El tempo marcado por el BCE

Por todo ello, la inflación a la unión monetaria es ahora más de cinco veces superior al objetivo del dos por ciento de las autoridades monetarias, que consideran óptimo para la economía. A pesar de las crecientes preocupaciones por una recesión, los órganos de control monetario subieron el tipo de interés clave en 0,75 puntos hasta el 2,0 por cien jueves de la semana pasada, tal como anunció el Banco Central Europeo, BCE. El tipo de depósito, que es decisivo a los mercados financieros para los fondos aparcados por los bancos comerciales en el BCE, se ha incrementado en la misma cantidad hasta el 1,50%.

El organismo presidido por Christine Lagarde prevé nuevas subidas de los tipos de interés para devolver la inflación al objetivo del 2%. Así, el Consejo de Gobierno del BCE ha reiterado en una nota que la inflación "sigue siendo excesivamente elevada". El BCE sostiene que su política monetaria "está orientada a reducir el apoyo|soporte a la demanda y proporcionar protección enfrente del riesgo de un desplazamiento persistente al alza de las expectativas de inflación". Con el aumento de los tipos de interés, las cuotas de las hipotecas y los tipos de los nuevos créditos continuarán la escalada que iniciaron al fin del año pasado.

Según el responsable del banco central holandés, Klaas Knot, la próxima subida de tipo será de, como mínimo, 0,50 puntos porcentuales. El BCE celebra su próxima reunión de tipo el 15 de diciembre.