Tras una acogida fría y polémica el jueves, cuando tras subir un 4% al conocer las medidas de estímulo del BCE, cerraron con una subida mínima e intrascendente, las bolsas europeas han rectificado su voto en contra de las medidas aprobadas por el BCE y las palabras posteriores de Mario Draghi, con fuertes alzas. El Ibex ha superado los 9.090 puntos al cierre de la jornada y el conjunto de los mercados europeos han cambiado la bola negra arrojada previamente por otra cargada de esperanza. La Bolsa de París ha ganado un 3,27% y Milán, el 4,8%. El espíritu de los grandes días en la bolsa se ha recuperado.

El giro ha tenido que ver con una  lectura más positiva de las palabras del presidente del BCE, que han ido más allá de situar el tipo de interés de referencia al 0%. En concreto, lo que ahora ha cambiado todo el panorama es la comprensión de que el organismo pagará a los bancos que presten al sector privado, ya que las entidades financieras podrán refinanciar en el BCE sus operaciones a tipos de interés negativos en un plazo de cuatro años. Suecia ya ha experimentado este dispositivo, que consiste en primar a los bancos que aceleran la concesión de créditos más allá de un cierto ritmo. La reducción del tipo de interés desde el -0,3% al -0,4% de la facilidad de depósito también va dirigido a que la banca no tenga recursos ociosos en el banco central. 

Cambio fundamental

Estas medidas suponen un salto importante en la estrategia seguida por el Banco Central Europeo, que hasta ahora se ha cuidado principalmente de dar facilidades de financiación de la deuda pública a través de una política monetaria expansiva. Después de temer que Draghi seguía con una política de más de lo mismo, los inversores han entendido un cambio fundamental de estrategia, en la que lo importante no es ayudar a los gobiernos a sobrellevar la deuda pública a bajo coste a través de la relajación monetaria, sino de dar un impulso a la economía real. 

Primero, ha sido entender que el BCE busca ayudar al mundo empresarial facilitándole el crédito y después, ha sido que actuando de este modo, Draghi no busca recuperar la competitividad y la rentabilidad que ofrezcan las empresas a través de una guerra de divisas, donde la pérdida de valor de tu propia moneda te hace de escudo frente a los embates del exterior, sino a través del crecimiento. Así se ha visto cómo el euro ha ido ganando posiciones frente al dólar en las últimas jornadas.

Compra de deuda corporativa

Sin eliminar esa línea de crédito, el BCE comprará también deuda corporativa, siempre que esté un escalón por encima del bono basura. Para ello ha ampliado la compra de títulos de 60.000 millones a 80.000 millones de euros mensuales. 

Este cambio estratégico representa un cambio de orientación en favor de la economía real, lo que favorece al mismo tiempo a los bancos, que se lamentaban de la presión ejercida sobre sus márgenes financieros a medida que los tipos de interés se reducían.

Los bancos han respondido con fuertes alzas ante este giro estratégico, que les evita ser víctimas de una caída de los tipos de interés que merma sus márgenes financieros. Bankia, Popular, Sabadell, CaixaBank, Santander y BBVA  han vivido una jornada de fuerte recuperación, ánimo que se ha extendido al conjunto mercado, donde ha sobresalido Arcelor Mittal, que ha logrado una subida superior al 11% tras anunciar las condiciones de su ampliación de capital para hacer frente a la competencia del acero chino. Wall Street se ha sumado a la mejora gracias también a la subida del petróleo, con el Brent subiendo en torno a un 2% y el West Texas, por encima del 2,50% a media sesión.