Iberdrola construirá de la primera planta de hidrógeno pública de España que operará para suministrar hidrógeno renovable en la flota de autobuses urbanos de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Con el fin de llevar cabo esta planta, la compañía energética ha firmado con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) un préstamo por importe de seis millones de euros, además también recibirá una subvención de 3,7 millones de euros.

Además, esta operación se enmarca en la iniciativa 'Connecting Europe Facility' de la Unión Europea, en la cual el ICO actúa, junto con el Ministerio de Transportes, como entidad acreditada para la canalización de proyectos de compañías españolas que contribuyan a dinamizar la transición ecológica incrementando la eficiencia en el transporte.

Con el apoyo del ICO, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán avanza así en su proyecto de construcción de la primera planta de hidrógeno de carácter público del Estado, en una parcela de 5.000 metros cuadrados de superficie en la Zona Franca de Barcelona, y se promueve la creación de un hub de hidrógeno verde en una de las principales zonas industriales de Catalunya y España.

El contrato entre Iberdrola y TMB tiene una duración de 10 años y el servicio de suministro de hidrógeno verde que podría ser ampliado para satisfacer la demanda de otras flotas públicas o privadas del entorno. Además, hay que apuntar que Iberdrola está haciendo una gran apuesta por el hidrógeno verde como alternativa a la electrificación para determinados procesos industriales y el transporte pesado.

Autobuses con hidrógeno

En septiembre del año pasado, TMB anunció que compraría ocho nuevos autobuses eléctricos de pila de combustible propulsados por hidrógeno que, cuando lleguen, serán los primeros destinados al servicio regular en una red urbana en España. Estos nuevos vehículos serán fabricados por la compañía portuguesa Caetano Bus, y los ocho vehículos llegarán en lo que resta de año y costarán un total de 6,4 millones de euros, IVA incluido.

En este sentido, la llegada de estos nuevos autobuses son una muestra de la estrategia de TMB para la modernización y ambientalización de su flota de autobuses con un criterio de compra verde y electrificación progresiva.

En la pila de combustible se desarrolla un proceso denominado electrólisis inversa, mediante el cual el hidrógeno reacciona con el oxígeno. El hidrógeno proviene de uno o varios depósitos del vehículo, mientras que el oxígeno se capta del aire ambiental. El único derivado de esta reacción es la energía eléctrica generada, calor y agua, que se expulsa en forma de vapor por el tubo de escape.