El Hotel Arts, como indicaban todas las previsiones, ha privatizado este lunes el frente marítimo barcelonés por 76 millones de euros. La puja se ha celebrado en la delegación de Hacienda de Barcelona, donde la empresa Hotel Vila Olímpica SA —gestora del Hotel Arts— ha arrasado llevándose 23 de los 26 lotes. El precio de salida era de 69 millones, incluyendo negocios como el Casino, las discotecas Pacha Catwalk, los restaurantes Moncho's o la tienda Tous. También forma parte de la adquisición el restaurante McDonald's que se encuentra encima de la ronda Litoral, la gasolinera Repsol y 532 plazas de aparcamiento.

Los actuales arrendatarios de estos negocios está previsto que impugnen la subasta, dado que afirman que la venta ha estado plagada de irregularidades. Además, estos tienen el derecho preferente de compra, aunque difícilmente se producirá ningún cambio en la titularidad porque la mayoría no tienen liquidez para la operación en la crisis actual. El hotel de lujo es propiedad de los fondos de inversión ABP Investments, Government of Singapore Investment Corporation (GIC) y Host Hotels & Resorts

Se multiplican los precios de salida

Sin embargo, no todos los negocios de la zona se han incluido en la subasta. El consistorio logró dejar este verano fuera de la subasta cinco discotecas y bares, como Opium, Carpe Diem, Aigua, IceBar y Shoko. Menos a Opium, al resto de salas se les prorrogará el contrato cinco años. A Opium, el contrato solo se le renovará dos años. De la misma manera, tampoco se han incluido los más de 20 locales bajo la Torre Mapfre —como Farggi y Pans and Company—. Los chiringuitos de la playa del Bogatell, cinco en total, pasarán a manos municipales.

En la subasta se ha llegado a doblar y hasta triplicar el precio de salida, ofreciendo pago al contado, para hacerse con todos los activos. Es el caso del restaurante Moncho's Marina (dividido en dos lotes que sumaban 5,2 millones y por los que el Arts ha ofertado 8) o la discoteca Pacha, que estaba tasada en 6,5 y por la que ha pujado a 13, según apunta El Periódico.

La subasta de estos establecimientos ha llegado después de tres décadas de que el Ayuntamiento fuera el concesionario único. De hecho, las asociaciones vecinales pidieron al gobierno de Ada Colau que impugnara la subasta por no contemplar la compensación económica al consistorio barcelonés por las inversiones realizadas durante 30 años en las playas. 

 

Imagen principal: Paseo marítimo de Barcelona. Foto: Flickr