El director general de GSMA, Mats Granryd, ha pronosticado este lunes que el Mobile World Congress (MWC) de 2022, que tendrá lugar entre el 28 de febrero y el 3 de marzo, logrará unos registros "no muy alejados" respecto a las ediciones prepandemia, si bien no los recuperará todavía. En una entrevista concedida a Mobile World Live, el medio de comunicación de GSMA, la patronal que organiza el evento, Granryd ha asegurado que se llevará a cabo "un muy buen evento", "maravilloso", con "mucha gente y mucha energía", pese a la actual incidencia del coronavirus. El pasado 10 de enero, el consejero delegado de GSMA, John Hoffman, ya aseguró en una carta abierta que el congreso se celebrará sin cambios, siguiendo los protocolos que ya se habían previsto, siempre que las autoridades no soliciten alguna modificación. Granryd ha afirmado que entre los más de 1.000 ponentes ya programados solo "un pequeño porcentaje" dará su conferencia en formato virtual, mientras que la gran mayoría estarán presencialmente en Barcelona. También ha indicado que más de 1.500 empresas exhibirán sus productos en el salón.

El congreso se llevará a cabo "de forma responsable" y con las medidas de seguridad adecuadas, según ha añadido, y ha defendido la necesidad de no posponer el evento porque ello generará más "preocupación" de la actual. En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, eventos como el MWC son necesarios, ha defendido. El MWC no se celebró en 2020 a causa del virus, mientras que la edición del año pasado se llevó a cabo a medio gas (con unos 27.000 asistentes, lejos de los 100.000 de otros años) y de manera semipresencial. En la edición de 2021 la organización se encargó de efectuar, junto a Quirón Salud, pruebas diagnósticas para todos los asistentes en un momento en el que todavía no se había generalizado la vacunación. En la de 2022 serán los congresistas quienes deberán certificar mediante la aplicación del congreso que o bien están vacunados, o se han recuperado de la enfermedad o cuentan con un test con resultado negativo.

Según los datos facilitados la semana pasada por el Gremio de Hoteles de Barcelona, los hoteles de la ciudad ya tienen 10.000 reservas de habitaciones de cara al MWC 2022, diez veces más que las que tenían por las mismas fechas para el del año pasado. Hace dos semanas, la multinacional japonesa Sony anunció que no participará de forma presencial en la edición de este año del Mobile, una baja que ha llevado a GSMA a subrayar que el congreso cuenta con el "abrumador apoyo de la industria".

Un Mobile "normal"

Esta entrevista de Granryd se suma a la carta abierta que publicó el consejero delegado de la GSMA, a John Hoffman a principios de enero. En ella, Hoffman asegura que el MWC será presencial este 2022, pero puntualiza que a pesar de que sus planes es que el MWC se celebre sin ningún cambio sobre el que tenían previsto, siguiendo los protocolos sanitarios por la Covid, los malos datos sanitarios registrados en las últimas semanas podrían hacer variar los planes. Ahora bien, estos cambios de planes llegarán solo si las autoridades competentes, Govern o Gobierno, imponen nuevas restricciones. Sobre los posibles cambios, la organización asegura que "solamente consideraría un cambio en sus planes bajo la decisión de las autoridades españolas" después de defender que "las circunstancias actuales han hecho que la conectividad sea profundamente importante", motivo por lo cual GSMA no se plantea suspender o modificar el certamen.

De hecho, Hoffman aseguró que "muchas cosas han cambiado en los dos últimos años, pero nuestra determinación de volver a reunir el sector es indestructible. Animo a todos a los miembros de nuestra comunidad a darse apoyo mutuamente, y también quiero agradecer personalmente el esfuerzo de todos los líderes empresariales que ahora mismo están planificando su asistencia a Barcelona". "En febrero esperamos además de 1.500 expositores y asistentes registrados desde 150 países. Será el momento de conocer a los responsables de la industria móvil, escuchar a los líderes de opinión y cerrar acuerdos", añadió Hoffman en su carta, en la cual definió Barcelona como "el hogar" del congreso y pronosticó que "su atracción gravitacional es muy fuerte".