Poco después de que el portal inmobiliario Fotocasa haya publicado un estudio que concluye que Barcelona se ha convertido en la ciudad más cara del conjunto de España en precios de alquiler, el Govern de la Generalitat ha anunciado que creará un índice de referencia con la finalidad de "moderar los incrementos desproporcionados" de las rentas en Catalunya. Concretamente, la consellera de Governació i Habitatge, Meritxell Borràs, ha anunciado que el ejecutivo catalán aprobará en dos meses un decreto por el cual se creará este índice, y ha precisado que en los contratos de alquiler que se firmen en Catalunya tendrá que constar si el precio pactado entre las dos partes está por encima de lo que marca este índice.

De la misma forma, cuando un piso se anuncie en un portal de Internet o en una agencia inmobiliaria tendrá que figurar también si el precio ofrecido está por debajo o por encima del precio de referencia calculado por la Generalitat para aquella zona o bien para aquel municipio. Así, Borràs ha remarcado que la Generalitat pone en marcha un instrumento que los ayuntamientos catalanes podrán usar para "bonificar" o bien para "penalizar" a un propietario con el IBI en función del precio en el cual tenga alquilado un inmueble. No obstante, también ha admitido que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) compite a los ayuntamientos, por lo que sus eventuales rebajas o subidas dependen directamente de los consistorios.

Actualmente, el Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) ya calcula el precio medio del alquiler en Catalunya, pero ahora la Generalitat quiere aprovechar todos los datos que tiene a su alcance este organismo para crear un índice en el cual se calcule el precio mensual por metro cuadrado de una vivienda y que recoja también aspectos como si la finca tiene o no ascensor, su antigüedad o bien el estado de los piso. En caso de que un propietario alquile un piso por debajo del precio de referencia, la Generalitat le dará más "facilidades" para acceder a ayudas a la rehabilitación o para obtener avales al alquiler.

"Incrementos desproporcionados"

El Incasòl dispone de todos estos datos porque quien alquila un piso está obligado a depositar ante este organismo la fianza que rindió al arrendatario para hacer frente a posibles desperfectos. La Generalitat ha decidido crear este índice después de que en el 2016 el precio del alquiler en Catalunya haya seguido incrementándose a gran ritmo. Con este índice, la Generalitat quiere contribuir a que no haya "incrementos desproporcionados" del precio del alquiler. A la pregunta de sí cree que Barcelona vive una burbuja en materia de alquiler, ha evitado poner calificativos a la situación que vive la capital catalana, aunque ha apelado a moderar los "incrementos exagerados" de precios que se están produciendo.

Por otra parte, la consellera ha adelantado que la Generalitat pretende aprobar una ley catalana de arrendamientos urbanos en el plazo de nueve meses, y que aspira a crear la figura del contrato del alquiler de cinco años, ampliable a otros tres, así como a crear uno de larga duración entre 15 y 20 años. Preguntado por la posibilidad de que estas medidas choquen con la ley estatal de arrendamientos urbanos, ha recordado que la Generalitat ha anunciado un referéndum de independencia en septiembre y que estas medidas podrían tener cabida en un nuevo escenario político.

En caso de que Catalunya no hubiera modificado su status legal, Borràs ha asegurado: "exprimiremos al máximo nuestras posibilidades legales". La consellera ha dado a conocer estas propuestas en materia de vivienda después de presidir una reunión del grupo de trabajo impulsado por el Gobierno para fijar los criterios que tienen que servir de base para una futura legislación sobre los arrendamientos urbanos.