El Rey Felipe VI y la Casa Real dispondrán en el 2023 de un presupuesto de más de 8,43 millones de euros, la misma cantidad que el gobierno les asignó a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) este año y el anterior. Es decir, Zarzuela cumplirá tres años consecutivos con sus cuentas congelados, justamente los tres proyectos presupuestarios diseñados por el gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Unas cuentas sin embargo, que no tienen en cuenta otras partidas millonarias donde la Casa Real también saca beneficio. como el de Patrimonio Nacional que destina millones, sin especificar, a la familia de Felipe VI.

Baile de cifras

Si nos centramos únicamente en los presupuestos generales, partida reservada para la Casa del Rey es la única que no crece con respecto a este ejercicio, ya que todos los ministerios, así como las Cortes Generales y el Poder Judicial, elevan su presupuesto de gasto en mayor o menor medida. Según el proyecto de Presupuestos que ha presentado el Ejecutivo este jueves, la partida destinada a la Jefatura del Estado el próximo año subirá a 8.431.150 euros, lo mismo que se reservó para el 2021 y el 2022. Eso sí, el presupuesto del 2021 ya reflejó un presupuesto de 8.431.150 euros para la Casa Real, un dato que, según aclaró Zarzuela a su momento, se tenía que sumar los 7.887.150 euros del presupuesto previo a las prórrogas más los 544.000 euros que tuvo que avanzar la Casa del Rey estos dos años sin cuentas para asumir el aumento de sueldo de los empleados públicos en el 2019 y en el 2020, de acuerdo con reales decretos ley de los últimos tres años.

La partida presupuestaria destinada a la Casa Real estuvo congelada los años 2015 y 2016, pero en los dos ejercicios siguientes (2017 y 2018) experimentó un leve incremento. En el 2019 y en el 2020, a falta de Presupuestos Generales del Estado, se tuvieron que prorrogar las cuentas del 2018, cuando esta partida fue de 7.887.150,00 euros. El año 2021 fue el primero en que no hubo una partida destinada al rey emérito, después de que Felipe VI decidiera su retirada en marzo del 2020. Además, el jefe del Estado decidió congelar las asignaciones que reciben los miembros de la Familia Real. A pesar de todo, en el apartado de Juan Carlos I siguen habiendo lagunas presupuestarias sin aclarar como, a modo de ejemplo, todo el servicio de seguridad privado con que cuenta o los aviones con los cuales se desplaza.

Ejemplos fuera de los Presupuestos Generales

Los gastos en privilegios no paran de repetirse. Patrimonio Nacional fijó gastarse para el 2021 hasta 500.000 euros en el mantenimiento de tres piscinas de la Casa Real. Este dinero sale del Ministerio de Presidencia. Un órgano que tiene, oficialmente, la finalidad de preservar el patrimonio histórico y cultural, pero no una piscina particular sin ningún tipo de atractivo arquitectónico. Más allá de las piscinas, Patrimonio Nacional también ha adjudicado contratos para la conservación de los edificios del complejo de La Zarzuela. En el caso de las piscinas, son dos de verano y una climatizada para la temporada de invierno.

En su momento, el Estado justificó la partida como "trabajos específicos de mantenimiento de piscinas", tal como constata el epígrafe de contratación estatal de Patrimonio Nacional. Se excusa con el hecho de que cumple el decreto marcado por el Ministerio de Sanidad que establece "el cuidado de espacios públicos y privados". A efectos prácticos, en estas piscinas tan solo se pueden bañar Felipe VI, su familia y los invitados.