El gasoducto ruso Nord Stream 1 ha suspendido el suministro de gas desde este lunes hasta el próximo 21 de julio por "mantenimiento", según ha informado la operadora de la infraestructura a Nord Stream AG. Lo para de esta infraestructura, que une Rusia y Alemania por el mar Báltico, supone que el segundo dejará de recibir una gran cantidad de gas natural y podría suponer una situación de emergencia grave a escala energética. Hay que apuntar, además, que desde el mes de junio pasado el gasoducto solo opera al 40% de su capacidad, ya que, según Rusia, Canadá no ha devuelto unas turbinas que se encontraban en reparación y que se precisan para el bombeo del combustible, una maniobra que sería consecuencia de las sanciones que pesan sobre Moscú por la invasión de Ucrania. Ahora bien, Canadá ya ha accedido a enviar a Alemania una de las turbinas que se encontraba en reparación para no tener que entregarla directamente a Gazprom y no violar así las sanciones impuestas.

El corte de suministro por el Nord Stream ha sido suspendido a las 7 de la mañana hora de Moscú, es decir a las seis de la mañana hora europea, pero en las anteriores 24 horas suministró un total de 63,4 millones de metros cúbicos de gas, lo cual representa el 40% de la capacidad diaria de la infraestructura. Este paro, además, llega después de que Rusia anunciara el mes pasado dos reducciones consecutivas de los suministros de gas a través del Nord Stream, primero una de un 40%, la que había hasta ayer, y después otro paro adicional del 33%, que finalmente se ha convertido en un paro total de la actividad. La justificación de estas dos reducciones, según el gigante gasístico ruso Gazprom, fue alegar problemas con las revisiones técnicas de las turbinas de la empresa alemana Siemens que se utilizan para bombardear el gas.

Crece el temor a Alemania

En la otra banda del gasoducto encontramos a Alemania, donde ha crecido el temor de un corte total del gas ruso, que los colocaría en una verdadera situación de emergencia energética. Quien ha emitido las primeras palabras ha sido la Agencia Federal de Redes, la autoridad reguladora de los mercados de redes en Alemania, que ha advertido que "el peor de los casos" en la actual crisis energética sería, precisamente, el corte definitivo del gas por parte de Rusia, que colocaría en Alemania en una situación de emergencia. "El peor de los casos, es decir, si realmente ya no llegara gas desde Rusia", tiene "mucho, muy mal aspecto", ha asegurado al presidente de la Agencia, Klaus Müller, en declaraciones al programa matinal de la cadena pública ZDF.

Müller ha añadido que la gravedad de la emergencia dependería de varios parámetros como, por ejemplo, la velocidad con la cual el gobierno federal pudiera adquirir terminales de gas licuado o cuando gas se podría ahorrar. Ahora bien, también ha añadido que "hay varios escenarios según los cuales entraríamos en una emergencia de gas. Eso significaría que habría muy poco gas. Por eso hay que hacer todo el posible para evitarlo, eso también depende de nosotros". A lo que ha añadido que las restricciones en relación con la crisis energética ya son notables, y por eso ha hecho un llamamiento a los ciudadanos alemanes para ahorrar gas.

Con respecto a la posibilidad de que Rusia no restablezca el flujo de gas una vez finalizadas las tareas de mantenimiento del gasoducto ruso Nord Stream, Müller ha asegurado que "nadie puede decirlo con certeza". De momento los depósitos todavía se están llenando, con el objetivo de niveles hasta el 80% el 1 de octubre y del 90% el 1 de noviembre. Pero "hace falta vigilar la situación" y "hacer todo el posible para ahorrar gas ahora, optimizar la calefacción, prepararse en la industria", ha agregado Müller.