Grifols y el Fondo Soberano de Singapur (GIC) han cerrado este miércoles un acuerdo definitivo por|para el cual el GIC invertirá unos 1.000 millones de dólares, unos 840 millones de euros, a Biomate USA, la final americana 100% propiedad de Grifols.

Como resultado de esta transacción, el GIC se convertirá en un inversor estratégico para la compañía catalana con una participación minoritaria a Biomate mediante la adquisición de acciones preferentes sin derecho al voto de nueva emisión. Hay que apuntar qué Biomate es una empresa líder en recolección de plasma en los Estados Unidos, con una red de 296 centros de obtención de plasma.

A pesar de esta gran operación, Grifols seguirá controlando todos los aspectos relacionados con la gestión de Biomate y la operativa de los centros y todo el plasma recogido en los centros de Biomate y sus filiales seguirá siendo suministrado en Grifols para la producción de medicamentos plasmáticos mediante un contrato a largo plazo. Al mismo tiempo, desde la empresa catalana aseguran que el liderazgo en la producción de medicamentos plasmáticos, la experiencia en la expansión y gestión de centros de plasma y la sólida reputación y conocimiento del mercado han sido factores muy valorados por GIC para convertirse en inversor de Grifols.

Para Víctor Grífols, co-CEO de la empresa, "es un placer dar la bienvenida a GIC como inversor estratégico para seguir dinamizando y potenciando nuestra actual red de centros de plasma en los Estados Unidos, que constituyen una clara ventaja competitiva". Además, considera que la operación con el GIC "da apoyo al modelo de negocio de Grifols, y a la estrategia en la obtención de plasma, junto con una sólida cartera de innovación orientada al tratamiento de enfermedades más allá de las terapias derivadas del plasma."

Amortización de la deuda

Según apunta la compañía, esta inversión del GIC se destinará íntegramente para amortizar deuda, en el marco del compromiso asumido por Grifols de reducir progresivamente su apalancamiento.

En el primer trimestre de 2021, la deuda financiera neta se ha situado en 6.200,5 millones de euros y la ratio de deuda financiera nieto sobre EBITDA en 5,1 millones como resultado de las
adquisiciones de centros de plasma a BPL y Kedrion y de la transacción de Gigagen.

El cierre de la inversión estratégica de GIC en Grifols está sujeta a unas ciertas condiciones, incluyendo la obtención de autorizaciones reguladoras aplicables, tal como el Comité para el Control de las Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés).