El Ministerio de Fomento no prorrogará el plazo de concesión de las autopistas de peaje que actualmente explota Abertis y que vencen en los próximos años. Así lo ha ratificado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al ser preguntado por esta cuestión que, según se apunta en el mercado, forma parte de las conversaciones abiertas sobre una eventual fusión de Abertis y el grupo italiano Atlantia.

En concreto, De la Serna ha declinado de nuevo pronunciarse sobre esta posible operación corporativa, que daría lugar a uno de los mayores operadores de autopistas de mundo. "El Gobierno no va a pronunciarse sobre una operación corporativa, sobre todo cuando aún no hay planteamiento o propuesta concreta alguna sobre la mesa", ha reiterado tras participar en un foro inmobiliario organizado por El Confidencial y Colonial.

No obstante, sí que ha insistido en que la intención del Gobierno es no prorrogar el contrato con algunas de las autopistas que actualmente gestiona Abertis: "Insisto en que no vamos a prorrogar las concesiones existentes". "En su momento, el Gobierno decidirá", ha añadido sobre el futuro de las vías, que puede explotar directamente el Estado o bien sacarlas de nuevo a concurso.

¿Qué vías son?

Abertis tiene actualmente cuatro de las cinco vías cuyo plazo de concesión vence en los próximos años. Se trata del tramo de la AP-7 Tarragona-Alacant, que vence en 2019, y el que enlaza Barcelona con La Jonquera y Tarragona, que culmina en 2021. Asimismo, el plazo de concesión de la AP-4 Sevilla-Cádiz también termina en 2019 y el de la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, en 2021.

El titular de Fomento también ha declinado pronunciarse sobre la posibilidad de que el operador de satélites español Hispasat, actualmente controlado por Abertis, pase a contar con capital italiano consecuencia de la posible integración. La fusión entre Abertis y Atlantia daría lugar a uno de los primeros grupos mundiales de autopistas. La firma resultante estaría participada por Criteria CaixaHolding y la familia Benetton, sumaría una cartera de 13.600 kilómetros de vía de pago repartidas por ocho países y generaría ingresos anuales de 10.400 millones de euros.