El director de relaciones laborales de Foment del Treball, Javier Ibars, ha alertado de que un incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) podría comportar al mismo tiempo un incremento del paro y la inflación así como una reducción de la competitividad y la productividad. De esta forma, ha querido criticar la "demagogia" existente en el ámbito político, asegurando que "el debate del salario mínimo está completamente desvinculado de la realidad de las empresas". Teniendo en cuenta que ni las empresas ni los convenios colectivos lo utilizan como referencia, Ibars ha explicado que únicamente el 0,2% de los trabajadores tienen este salario mínimo, ya que una inmensa mayoría de los convenios y contratos laborales fijan salarios muy superiores. Mientras tanto, la presidenta de la comisión laboral de Foment del Treball, María Ángeles Tejada, ha insistido en la importancia de mejorar la formación de base, considerando que "a más preparación hay más probabilidades de escoger".

Ibars ha considerado que se tendría que valorar con "mucho más cuidado" si este país está preparado para realizar este incremento salarial y cómo afectaría esto a la negociación colectiva y a la creación de empleo. En este sentido, ha puesto como ejemplo varios estudios europeos que muestran que esta medida supone una barrera de entrada al mercado laboral a la vez que perjudica a los asalariados más cualificados y más jóvenes, por lo que ha recomendado que "antes de empezar la casa por el tejado, se valore si el país está preparado para este incremento exponencial". Una casa que ha recomendado que se construya con el consenso y el equilibrio de todos los sectores. 

En el caso de Catalunya, Ibars ha explicado que más allá de cuál sea la voluntad, la Generalitat no tiene competencias para fijar un SMI propio mediante la negociación con los diversos agentes sociales, y es por eso que desde la patronal están "a la expectativa de ver cómo evoluciona este debate". Además, Ibars ha querido recordar que en caso de que se pactara un salario mínimo en Catalunya más alto que el del resto de España, eso podría implicar "tener más deslocalizaciones de las que ya tenemos".

Sí a la reforma laboral

Justo un día después de que el secretario general de la UGT, Camil Ros advirtiera que si el Gobierno español y el Congreso no derogan la reforma laboral, "lo haremos nosotros" a través de una huelga general, la patronal catalana se ha mostrado partidaria de mantenerla, ya que según el IV Informe del Mercado Laboral y Negociación Colectiva, la reforma ha supuesto una reducción significativa de los expedientes de regulación de empleo (ERE) en despidos, así como también la renovación de los convenios colectivos "obsoletos y petrificados". Sin embargo, tanto María Ángeles Tejada como Javier Ibars han reiterado la necesidad de aplicar algunas variaciones normativas con el fin de ganar en seguridad jurídica y profundizar en las reformas asociadas a la flexibilidad. 

Más concretamente, Ibars ha asegurado que "el nuevo gobierno tendría que valorar la importancia de este modelo de ultractividad derivado de la reforma laboral", ya que considera que eso puede frenar la parálisis de la negociación colectiva y evitar perpetuar condiciones laborales obsoletas. En cifras, el número de convenios registrados y los salarios a lo largo del primer trimestre han incrementado un 65% y un 52,94% respectivamente en Catalunya en comparación al mismo periodo del año pasado, y en un 76% y un 62,32% en el conjunto de España. Así como también se han reducido el número de ERE en despidos, pasando del 68,7% del total en España durante el 2003 hasta el 20% en el 2015. "Ante estos datos, resultan bastante incomprensibles las críticas a la reforma laboral", ha sostenido Tejada, quien también ha lamentado la falta de estabilidad gubernamental en España, que después de seis meses está repercutiendo negativamente en las inversiones. Por eso se ha mostrado confiada en que las elecciones del 26 de junio ayuden a aclarar el escenario y formar un Gobierno central "más sólido y fuerte."