La Fiscalía Anticorrupción ha denunciado ante la Audiencia Nacional a la excúpula de Catalunya Caixa por un delito de administración desleal, según ha adelantado 'El Periódico'. La denuncia afecta al entonces presidente de la entidad financiera, el exministro Narcís Serra, y catorce miembros más de la cúpula, entre los cuales Adolf Todó, que era director general.

La administración desleal habría causado un agujero a la compañía de 720 millones de euros en una quincena de operaciones inmobiliarias llevadas a cabo entre el 2000 y el 2007. Las irregularidades habían sido detectadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Según el fiscal, en aquella etapa Catalunya Caixa desarrolló una actividad inmobiliaria intensa, y para muchas de estas operaciones se otorgó el aval y la fiabilidad necesarias confiando en la palabra de los socios que participaban, según indica el mismo rotativo, sin informes independientes previos.

Además, la fiscalía indica que casi todos los proyectos estaban sometidos a trámites urbanísticos ineludibles y de resolución incierta. Todos estos hechos, indica la fiscalía, comportaban riesgos en la inversión. Además, las decisiones de inversión se tomaban sin valoraciones independientes previas para contrastar el precio demandado por los vendedores.

En los contratos tampoco había, según la fiscalía, cláusulas resolutorias que cubrieran los intereses de la caja de ahorros. En los casos donde sí había no se ejecutaron o fueron insuficientes.

Hay que recordar que Narcís Serra tiene pendiente otro proceso judicial por la aprobación de sobresueldos a directivos cuando la entidad registraba pérdidas.