El expresidente no ejecutivo de CaixaBank, Isidre Fainé, y el presidente de Repsol, Antoni Brufau, han negado cualquier tipo de irregularidad en la contratación del excomisario Villarejo por, presuntamente, espiar al expresidente de Sacyr, Luis del Rivero. Fainé y Brufau han declarado este viernes en la Audiencia Nacional.

Según el comunicado de la Audiencia, Fainé ha explicado al juez Manuel García Castellón, que también había citado a Brufau, que no participó "ni en la selección, ni en la contratación ni en el pago del proveedor [Cenyt, empresa propiedad de Villarejo], ni tenía la más mínima idea de la empresa que Repsol había contratado ni de quién era Villarejo, ni mucho menos si se había contratado a un funcionario de la policía en activo".

El expresidente de CaixaBank también ha mantenido que siempre se fio de su homólogo en Repsol, mientras que Brufau ha aclarado que la contratación del grupo de Villarejo, Cenyt, fue dirigida por el entonces jefe de seguridad de la petrolera, Rafael Araujo, y ha insistido en que, como presidente, estaba muy por encima de estos temas.

Durante su declaración, que ha durado cerca de una hora, Fainé ha relatado que Brufau le comentó que sería conveniente tener más información empresarial sobre el pacto Sacyr-Pemex, para poder responder al movimiento desde una dimensión corporativa. En este sentido, apuntan fuentes próximas a Fainé, ha dicho que Brufau le informó que Repsol ya tenía contratado un encargo, llevado por su director de seguridad corporativa, y que le propuso compartir la información.

Contratar a Cenyt fue idea del jefe de seguridad

Después de la declaración de Fainé ha llegado el turno de Brufau, que ha admitido haber sugerido al expresidente de CaixaBank que las dos áreas de inteligencia corporativa trabajaran de forma conjunta con respecto a la maniobra de Sacyr y Pemex.

Ha recordado que en aquel momento había un pacto que se consideraba hostil hasta el punto que algunos accionistas importantes de Sacyr estaban en contra, entre ellos, el empresario Juan Abelló, como así lo manifestó antes de un consejo de administración de septiembre de 2011. De aquí la importancia de avisar a Fainé, como accionista importante de Repsol, del peligro que suponía la constructora de Del Rivero.

No obstante, ha recalcado Brufau, fue el jefe de seguridad el encargado de decidir a qué empresa contratar. El presidente de Repsol ha manifestado además que ni sabía que la empresa fuera Cenyt ni quien era Villarejo, y ha negado haber dado cualquier tipo de orden a Araujo, que tampoco lo informaba directamente y de quien nunca le llegó nada. "Nunca en la vida di ninguna instrucción en este sentido", ha reiterado Brufau, que a la pregunta de la Fiscalía Anticorrupción de sí conocía a Villarejo, ha respondido: "rotundamente no".