La nombrada "tasa Google", el nuevo impuesto planteado por Bruselas, podría hacer ingresar al estado español hasta 2.100 millones de euros entre el 2018 y el 2019. Un impuesto que el gobierno de Rajoy ya quiere empezar a recaudar, pues ve estos ingresos como una posible salida "para pagar las pensiones". De hecho, el Gobierno ya lo ha introducido como medida para pagar a los pensionistas en el Plan de Estabilidad 2018-2019 presentado en Bruselas.

Una maniobra que no ha gustado a la Comisión Europea, que ha asegurado que pedirá explicaciones a España sobre cómo pretende acabar con el agujero de las pensiones, sin improvisaciones y alertando de que los "impuestos imaginarios" no cuentan.

La 'tasa Google'

El gravamen sería un impuesto indirecto de carácter temporal que plantea tasar los servicios digitales en un 3% —en un intervalo que va del 1% al 5%— a empresas como Google, Amazon y Apple, entre otras, para evitar la evasión de impuestos de estas empresas.

Se trata, pues, de un impuesto para obligar que paguen al fisco actividades que actualmente escapan de Hacienda. Además, Bruselas también propone cambios en la base imponible del impuesto de sociedades.

No sería un impuesto sobre los consumidores, sino sobre determinados servicios digitales, que afectará a aquellas empresas que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y como mínimo 50 millones de euros en Europa. El impuesto fue aprobado por la UE el 21 de marzo. Con este movimiento, se evitaría que las empresas que no tienen sus sedes físicamente en territorio europeo pero sí que comercializan, eludieran el pago.

Un parche para las pensiones

El acuerdo con el PNV para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado aplaza la puesta en vigor del plan de sostenibilidad y pone en marcha el aumento del 0,25% de las pensiones. Este aumento supone un coste adicional de 1.522 millones y 2.200 millones más en el 2019, es decir, un total de 3.700 millones de euros.

En el Programa de Estabilidad 2018-2019 que el gobierno español presentó en Bruselas hace dos días, explica que cuenta con los 2.100 millones que recaudaría con la tasa Google —600 millones de euros y 1.500 millones de euros más el año que viene— para financiar parte de las pensiones. El problema: la tasa todavía no está creada, pero el Ejecutivo espera "presentarlo lo antes posible y que tenga efectos también en el 2019 y sucesivamente".

De todos modos, se trata de un impuesto con prerrogativa comunitaria y, por lo tanto, la aplicación no será tan fácil y rápida como se prevé desde el Estado, cosa que indica que estos 2.100 millones son unos objetivos bastante optimistas.