La semana pasada, un grupo de 13 operadores de infraestructuras gasistas y asociaciones de gas europeos pusieron en marcha en Zelzate (Bélgica) un innovador proyecto auspiciado por el Grupo Europeo de Investigación del Gas (GERG) con la finalidad de testar diferentes tecnologías para cuantificar emisiones de metano. Las pruebas se llevaron a cabo con éxito en una estación de compresión operada por Fluxys, el operador belga de sistemas de transporte de gas (TSO), y evaluaron metodologías top-down para la cuantificación de las emisiones de metano. Esta iniciativa se ha llevado a cabo tras una primera prueba en un entorno controlado en España en octubre de 2021.

El proyecto está coordinado por Enagás, operador español de sistemas de transporte de gas, y cuenta con la colaboración de Bureau Veritas como coordinador de campo, así como con la participación de otros operadores de infraestructuras gasistas y asociaciones de gas europeos: Engie, Gassco, Gasunie, GERG, Medgaz, National Grid Gas Transmission, Open Grid Europe, Snam, Storengy, Sedigas, Synergrid y Uniper. Los resultados de este proyecto permitirán alcanzar el objetivo del Global Methane Pledge y obtener el «Gold standard» de OGMP 2.0, una iniciativa voluntaria coordinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Durante las pruebas, una delegación de la Comisión Europea visitó las instalaciones para conocer los detalles del proyecto y las diferentes tecnologías implicadas. El proyecto está en línea con el objetivo de la Comisión Europea de mejorar la cuantificación y reducir las emisiones de metano en el sector energético y representa una oportunidad para seguir la hoja de ruta hacia la neutralidad climática.

Nuevas tecnologías top-down

Optar por un enfoque a nivel de emplazamiento o top-down puede proporcionar información más completa sobre las emisiones en un lugar o región, ya que el modelo bottom-up se centra en fuentes y equipos concretos. La combinación de ambos enfoques para la cuantificación de las emisiones de metano es lo que se define como reconciliación. Este proyecto pretende proporcionar un mayor conocimiento a los participantes sobre cómo utilizar y reconciliar ambos enfoques, un paso clave para lograr una mayor precisión en la cuantificación de este gas.

Para las pruebas, se llevó a cabo una cuantificación bottom-up, empleando la tecnología más precisa en el ámbito de fuente, para realizar mediciones de 11 tecnologías de vanguardia diferentes y de manera simultánea, combinando diferentes tipos de sensores y metodologías de cuantificación, incluyendo enfoques bottom-up, en cuanto a emplazamiento y de monitorización continua. Las tecnologías empleadas han sido seleccionadas con base en los resultados de un proyecto anterior de GERG liderado por Enagás, en el que se evaluó la precisión de las diferentes tecnologías gracias a la realización de pruebas con fugas controladas.

Científicos de la Universidad de Utrecht, (Países Bajos), harán un análisis independiente de los resultados. Asimismo, se va a elaborar una serie de recomendaciones sobre cómo aplicar el proceso de reconciliación. El proyecto cuenta con un comité consultivo encargado de validar el alcance y el programa de pruebas y comprobar los resultados. Este comité está compuesto por expertos en la materia de reconocimiento internacional que proceden de instituciones políticas y oficiales, el mundo académico, la industria y organizaciones de la sociedad civil. La siguiente fase del proyecto va a consistir en la realización de pruebas en terminales de regasificación de GNL, en almacenamientos subterráneos de gas y en estaciones de compresión en varios países europeos para proseguir con la definición del proceso de reconciliación.