Emilio Saracho se ha convertido este lunes en presidente de Banco Popular una vez que su predecesor en el cargo, Ángel Ron, ha sido cesado por el consejo de administración de la entidad y ha tenido lugar la junta general extraordinaria de accionistas. El consejo de Popular se ha reunido previamente a la junta para cesar al actual presidente de su cargo y aceptar su dimisión como consejero de la entidad. Así, Ron se va tras haber estado al frente de Popular durante los últimos doce años.

Más concretamente, la junta de accionistas ha aprobado el nombramiento de Saracho como consejero ejecutivo de la entidad con un apoyo de al menos el 98,57%, al tiempo que ha dado el visto bueno a la reelección de Pedro Larena como consejero ejecutivo con un apoyo cercano al 98,9%. También se ha ratificado a Jaime Ruiz Sacristán como consejero dominical con almenos el 93,47% de los votos positivos. A esta junta, que ha sido presidida por el vicepresidente de la entidad Roberto Higuera, no ha acudido Ron, como confirmó en la presentación de los resultados de Popular, el pasado 3 de febrero.

"No va a liquidación"

En su intervención, Higuera ha garantizado que la entidad "no va a la liquidación" y ha insistido en que es un "gran banco", rentable, que conserva los valores del pasado. En respuesta a las preguntas de los accionistas que han intervenido, también ha apuntado que el capital de Popular se encuentra por encima de los requisitos regulatorios y ha destacado que en los últimos meses se ha procedido a un reforzamiento de las provisiones.

"Tenemos los informes de los auditores y contamos con la supervisión de los reguladores. ¿Cómo vamos a ir a la liquidación?", se ha preguntado el vicepresidente de la entidad, quien ha afirmado que Popular ha "tocado suelo" y ahora le toca recuperarse. Higuera ha defendido las bondades del banco, que cuenta con un negocio de pymes con una cuota de mercado cercana al 18%, aunque ha reconocido que ha pasado por problemas "serios y heredados" que se han gestionado "mejor o peor", pero "con energía e intensidad".

El directivo también ha desvelado que el banco se podría haber vendido antes, dada su "enorme" base de clientes y su "importante franquicia", pero, sin embargo, el anterior equipo gestor decidió que Popular continuara en solitario porque entendía que era lo mejor para los accionistas. "A lo mejor defender la independencia en algún momento era discutible. Ron la defendió pensando que era lo mejor para los accionistas", ha señalado.

La experiencia de Saracho

Saracho, anteriormente vicepresidente mundial de JP Morgan Chase, ha tomado así los mandos de una entidad que cerró el ejercicio 2016 con pérdidas de 3.485 millones de euros, aunque cubiertas con el importe obtenido en la ampliación y con su exceso de capital, según informó el pasado 3 de febrero. Este resultado ha provocado que la agencia de calificación crediticia Fitch hundiera su rating dentro del 'bono basura' y que S&P Global bajara su perspectiva de 'positiva' a 'estable', aunque manteniendo su nota también en 'grado de especulación'. Ambas calificadoras asumen que, con la llegada de Saracho a la presidencia, la entidad acometerá una revisión de su plan estratégico y de sus objetivos.

El nuevo presidente de Popular conoce bien el sector financiero tras haber participado durante su carrera en la creación y el desarrollo del Banco Santander de Negocios y haber trabajado para Goldman Sachs en Londres. Saracho es, además, consejero externo independiente de Inditex y consejero no ejecutivo independiente de IAG. Entre los retos a los que deberá hacer frente al timón de Popular se encuentran reforzar la solvencia del banco y decidir el futuro del 'Proyecto Sunrise', el plan diseñado por la anterior directiva para crear una sociedad de activos inmobiliarios por importe bruto de 6.000 millones de euros que cotizaría en Bolsa.

Además, los analistas financieros prevén que Saracho podrá o bien llevar a cabo una nueva ampliación de capital o bien poner en marcha la venta de activos no estratégicos para mejorar la situación de Popular. En este cargo, Saracho cobrará una retribución fija de 1,28 millones de euros, como acordó el consejo de administración a propuesta de la comisión de retribuciones. En concreto, percibirá una retribución fija de casi 1,3 millones de euros desde hoy hasta el 31 de diciembre de este año, a la que se sumarán las retribuciones en especie y variables destinadas a los consejeros ejecutivos.

Ron sale sin indemnización

El hasta ahora presidente del Banco Popular, Ángel Ron, percibió 1,47 millones en el ejercicio 2016 por el desempeño de sus funciones al frente de la entidad, el mismo importe que un año antes, después de quedarse sin retribución variable. Según consta en el informe de remuneraciones remitido por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Ron abandonará además la entidad sin recibir indemnización. De la remuneración correspondiente al ejercicio 2016, el expresidente del banco obtuvo una retribución total fija por valor de 1,35 millones, de los que 1,1 millones corresponden al fijo como consejero y 250.000 euros a la ordinaria fija. Ron percibirá una retribución fija adicional de 152.778 euros por el desempeño del cargo entre el 1 de enero de 2017 y este lunes.

Por otro lado, el expresidente dispondrá del derecho al cobro de una pensión de jubilación por 23 millones. El banco realizó durante 2016 aportaciones a Ron por valor de 243.000 euros vinculadas a los sistemas de ahorro a largo plazo, tras lo que el directivo acumula 8,57 millones por este concepto.

Bajo el mandato de Ron, que finalizará tras doce años, el banco integró Banco Pastor en plena reestructuración del sector financiero español, una operación que realizó sin ayudas públicas. No obstante, el 'ladrillo' asumido y la negativa a traspasar parte de esos activos a la Sareb, conocida como 'banco malo', comenzaron a pesar en el balance de la entidad y se convirtieron en el origen de muchos problemas futuros.