Entre el eclipse mediático de las elecciones generales de este 28 de abril también hay otros comicios en juego: las elecciones en la Cambra de Comerç, que se celebrarán entre el 2 y el 8 de mayo. Unas elecciones que, por menos importancia que se les dé, pueden tener un gran poder a nivel de precedente democrático. Se trata de las primeras elecciones catalanas en que se pondrá en práctica el voto electrónico, un hito que ha conseguido la conselleria de Empresa y Conocimiento después de una larga historia de retrasos, alguna impugnación y reuniones "sin sentido" con el gobierno central.

A pocos días de celebrar estas elecciones, sin embargo, el voto electrónico todavía es motivo de debate. Algún candidato como Ramon Masià ha amenazado con impugnar las elecciones porque considera que "tal como se está planteando el voto electrónico, puede haber un pucherazo". Por otra parte, desde el Estado también se están poniendo algunas trabas. ¿El motivo? Fuentes de El Nacional aseguran que, en caso de que funcione bien, "se trata de un sistema democrático que se puede aplicar a cualquier tipo de elecciones. Imagínate un segundo 1 de octubre con voto electrónico, desde casa. Sería un golpe fuerte para el Estado, y los da miedo mucho", explican. ¿Son estas elecciones camerales un banco de pruebas para implementar el voto electrónico más allá de la Cámara? ¿Da miedo al Estado?

¿Un precedente democrático?

El miércoles pasado la consellera de Empresa y Conocimiento, Àngels Chacón, se desplazó hasta Madrid para reunirse con la secretaria de Comercio del Ministerio y le explicó cómo funcionaría el voto electrónico a las cámaras. Según fuentes de la conselleria, "el ministerio nos dice que quiere que el voto electrónico en Catalunya sea un caso de éxito y sirva como precedente". Con todo, después de la reunión, desde el Ministerio se envió una carta diciendo que "no se acababa de ver claro el voto electrónico" porque sólo requieren del certificado digital y creen que habría que pedir la doble autenticación.

La queja va en la misma línea que el candidato Ramon Masià, quien cree que "el pucherazo es muy fácil y que las gestorías que tienen certificados digitales de sus clientes pueden votar masivamente". Según fuentes de la Generalitat, sin embargo, "el sistema de seguridad es robusto y el certificado digital es suficiente según la normativa autonómica y europea, y por lo tanto, tenemos muy claro que cumplimos con la orden ministerial", aseveran.

De hecho, "los requisitos de las votaciones en Catalunya son los mismos que en el resto del territorio, y en Valencia por ejemplo ya lo pusieron en práctica y no los pusieron pegas, por lo tanto no entenderíamos que ahora nos quisieran cambiar la orden ministerial a Catalunya". ¿Por qué tantas trabas? Fuentes del Gobierno catalán consideran que "en el Estado tienen miedo de una participación masiva y que no salga alguien de su cuerda", de manera que "en la Cámara haya un auge de candidaturas más catalanistas o incluso independentistas" como la de los empresarios independentistas debajo el paraguas de la ANC-CCN (Herramientas de País). "Los da miedo que colectivos que no han votado nunca, ahora se movilicen", explican.

Por otra parte, fuentes de Herramientas de País van más allá: "Lo que les da miedo en el Estado es que se empiece a implementar este sistema de votación en otros ámbitos, también en política", aseguran El Nacional. "Imagina un segundo 1 de octubre con voto electrónico, desde casa. ¿Dónde irían a dar golpes de porra? ¿Cómo lo" pararían?", dicen. "Es un nivel de democracia muy grande".

Sea como sea, a pesar de los requerimientos del Ministerio, desde la conselleria aseguran que "el voto electrónico se hará porque estamos tranquilos sabiendo que seguimos la normativa".

Un largo estira y encoge

Recapitulamos. Hace más de 17 años que Miquel Valls preside la Cámara de Barcelona. El suyo tercero -y último- mandato empezó el año 2010 y desde el 2014 se han ido aplazando las elecciones camerales. Con todo, las últimas que se celebraron sufrieron un gran pucherazo que obligó a anular el 100% de los votos por correo, con una participación del 1,8% del censo del organismo, ya que sólo un 9,2% de los votantes lo hicieron de manera presencial. Hay que tener en cuenta, además, que la Cámara representa a más de 420.000 votantes, entre grandes empresas, pymes y autónomos.

Estas elecciones de este año son, también, las primeras en que se presentan hasta cinco candidaturas diferentes, entra la visión política de la mano de la ANC y el Círculo Catalán de Negocios y se presenta una asociación de mujeres (liderazgo 50a50). Así pues, con la intención "de aumentar la participación" en estos comicios camerals sin precedentes, la Generalitat estableció el voto electrónico en el decreto electoral para hacer las votaciones más accesibles a todo el tejido empresarial.

No fue fácil: Según fuentes de El Nacional se dieron "fuertes presiones para impedir el voto electrónico", algunos decían que para evitar las elecciones, otros que porque algunos no quieren una alta participación y unos últimos porque no lo consideraban lo bastante fiable. Después de las medidas cautelares de la suspensión del decreto que un empresario presentó al TSJC, una pila de retrasos y una lucha entre Valls y Chacón, la Generalitat consiguió convocar las elecciones con voto electrónico incluido, pero algunos no acaban de verlo claro. ¿Es fiable este sistema?

¿Cómo funciona?

Según explicó a la consellera de Empresa, Àngels Chacón, "es un procés que tiene todas las garantías" y estará en manos de las empresas Scytl para la plataforma electrónica y AGTIC Consulting a cargo de la auditoría externa del procés electoral. La plataforma estará hábil a partir del día 2 de mayo hasta el día 7 a las 9 de la mañana, y para votar remotamente se tendrá que utilizar uno de los certificados electrónicos admitidos.

Además, para poder emitir el voto, el elector tendrá que agasajar una declaración responsable acreditando que efectivamente está legitimado para hacer uso del certificado electrónico que lo identifica y representa la empresa electora. Una vez ejercido el voto, el sistema emitirá un recibo o comprobante de la operación, y el sistema ya no permitirá el acceso de la persona electora a aquel epígrafe.

Una posible impugnación

"Las elecciones se celebrarán seguro cuando se tienen que celebrar", aseguran desde la Generalitat, dejando de lado el fantasma de la impugnación que hace unas semanas que amenaza con poner en entredicho los comicios. "Lo que puede ser es que alguien quiera impugnarlas una vez celebradas".

Y es que algunos candidatos no acaban de ver claro el voto remoto. Ramon Masià ya ha dicho varias veces que no descarta impugnar las elecciones por la falta de la doble autenticación, pero de momento parece que si las impugna será una vez celebradas. De momento, Masià ha enviado dos recursos, que están pendientes de evaluar por la Junta Electoral Central y después ya veremos.

Con todo, parece que sí: Después de un gran juego de los disparates, con idas y venidas, impugnaciones, retrasos, presiones y peleas, las elecciones en la Cámara se harán cuando se tienen que hacer y "con voto electrónico asegurado". Ahora bien, lo que pasará una vez se tengan los resultados tendrá que ser un capítulo aparte.