La Comisión Europea ha dado un aprobado general este miércoles a los presupuestos de todos los estados miembros, incluido el de España. Sin embargo, ha tirado una advertencia sobre la sostenibilidad de la deuda española, un importante indicador de la economía española que ya planteaba retos antes de la pandemia.

A pesar de pedir que se mantenga el soporte a la economía en el 2021 para garantizar la recuperación de la crisis causada por la covid-19, la Comisión Europea avisa a España de la elevada deuda pública, que se elevará hasta el 120% del PIB, y reclama que las medidas presupuestarias "preserven la sostenibilidad" fiscal a medio plazo.

La evolución de la deuda española

La evolución de la deuda pública española ha presentado una tendencia al alza durante los últimos años, y en abril de este año ha alcanzado un valor del 100% del PIB. En los meses de junio, julio y agosto la deuda pública ha llegado a unos niveles de 110% del PIB. El hecho que los estados tengan deuda pública no es en sí problemático, pero el aumento sostenido de este puede hacer que este la deuda se vuelva inestable, hecho que no es deseable para un país.

La Comisión Europea también ha hecho un toque especial de atención a España en materia del mercado laboral, dado que sería el país con el peor resultado en la mayoría de indicadores. Además, alerta que la temporalidad es de las más elevadas de la Unión Europea y reclama convertir los contratos temporales en "trampolines" a puestos de trabajo "permanentes". Según los datos del paro ajustados de julio de 2020, España era el segundo país con más paro de la Unión Europea, con un valor del 15,8%. La media de la Eurozona en aquel momento se encontraba en un 7,9%.

Suspensión de los objetivos fiscales

El Ejecutivo europeo reconoce que los borradores presupuestarios de todos los países están "en línea" con las recomendaciones recibidas este último verano, en el que por primera vez los Estados miembros no tienen que cumplir con las metas de déficit y deuda públicos establecidos por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Históricamente, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha velado por el equilibrio de los presupuestos y teóricamente imponía sanciones automáticas para aquellos países que registraran una deuda pública de más del 60% del PIB.

A pesar de la relajación de las normas fiscales, la Comisión ha advertido Bélgica, Grecia, Portugal, Italia y Francia por| sus niveles elevados de deuda.

La Comisión Europea recomienda mantener el apoyo a la economía en el 2021, especialmente después de los "riesgos" que comporta la segunda ola de covid-19.