Un año, seis meses y 21 días más tarde, o lo que es lo mismo 573 noches después, el ocio nocturno podrá volver a reabrir las puertas. Si todo va como prevé el Gobierno y el TSJC aprueba las nuevas medidas, los catalanes podremos volver a entrar en una discoteca a partir de esta medianoche, siempre siguiendo las normativas sanitarias pertinentes.

Desde el sector no esconden su satisfacción, pero apuntan que en este año y medio de cierre se han perdido, aproximadamente, 6.000 millones de euros y que el 60% de los negocios se encuentran en situación de insolvencia legal, es decir que no pueden afrontar las deudas pendientes.

La patronal del sector Fecasarm, asegura a este diario que para revertir esta situación esperan que esta nueva apertura vaya bien, pero recuerdan que están a la espera de la 5.ª línea de ayudas del Govern y que están pendientes de 13.000 resoluciones de ayudas europeas para el sector.

De hecho, sobre las ayudas y medidas sanitarias del Govern, que han supuesto el cierre prácticamente constante de estos negocios, consideran que no se ha buscado ninguna fórmula alternativa al cierre y tampoco se han dado las ayudas necesarias para mantener todos los negocios, ya que los 40 millones en ayudas que ha proporcionado el Govern no se acercan, ni mucho menos, a los 6.000 millones de pérdidas.

Previsión a futuro

De cara a las próximas semanas, desde el sector critican que el Gobierno no tenga un plan B si finalmente el TSJC no avala las medidas estipuladas, por lo tanto consideran que no hay bastante seguridad jurídica y que la reapertura es incierta. Concretamente creen que el punto débil de las medidas es que no están territorializadas y que eso las podría hacer caer, tal como ya pasó en Andalucía. En este sentido y para evitar que pase el mismo, desde la Fecasarm creen que haberlo pedido por territorios, cómo ya hizo Galicia, hubiera sido más acertado.

En este sentido desde la Fecasarm apunta que un cuarto cierre inesperado sería una vez demasiado duro para el gremio, recordando que las últimas tres veces que se abrieron las discotecas tuvieron que cerrar abruptamente.

¿Cómo reabrirá el ocio nocturno?

Con el fin de reabrir el sector con la seguridad pertinente, el Departamento de Salud ha dispuesto una serie de medidas con un gran protagonista, el certificado digital Covid. De hecho, este es el motivo por el cual se ha tenido que pedir aval al TSJC, porque afecta derechos fundamentales de las personas así como la igualdad o la movilidad.

De ahora en adelante, siempre que vamos a un local de ocio nocturno, se nos reclamará presentar un certificado Covid digital para comprobar que no tenemos el virus y con el fin de hacerlo, se ha puesto en marcha una aplicación web similar a la que está funcionando ya a Francia e Italia.

Al fin y al cabo se hará con un código QR y cuando sea validado solo hará falta que presentemos un documento de identidad como el DNI para completar la validación del certificado. Hay que recordar que el código QR del certificado registra solo si el usuario cuenta con la pauta completa de vacunación, con una prueba PCR negativa o si se ha recuperado completamente de la enfermedad., por lo tanto no hay ningún tipo de grabación de datos por parte del local o del Govern.

Horarios

A partir de hoy, las discotecas podrán abrir hasta las 5:00 h de la madrugada del domingo al jueves y hasta las 6.00 h las noches del viernes y sábado. Asimismo, se permitirá el consumo de bebidas en pie derecho y el baile, pero no ambas cosas a la vez.

Es decir, se podrá beber y estar de pie, aunque si llega la hora de bailar, hará falta dejar la bebida y ponerse la mascarilla para dirigirse en la zona de baile. Finalmente, el aforo será del 70% en la primera resolución. Si dentro de quince días la situación epidemiológica sigue mejorando, se podrá plantear la posibilidad de aumentar la capacidad de los establecimientos.

Con todas estas medidas se acaban las obligaciones de mantener los registros de las personas que acceden a los establecimientos y la distancia personal para evitar los contactos. Además, no hay mucho optimismo con el respeto de la obligación de llevar las mascarillas a la pista de baile.