Un total de 1.110 economistas catalanes han analizado el paradigma actual, estableciendo un orden de los problemas que se tendrían que tratar para intentar mejorar la economía de Catalunya en el camino de la recuperación. El paro sigue siendo el principal inconveniente de la economía, seguido por el déficit fiscal de Catalunya con el Estado, la situación política actual, la falta de reformas estructurales, las infraestructuras y las comunicaciones, según queda reflejado en la encuesta de situación económica del Col·legi d'Economistes de Catalunya. Ahora bien, conviene remarcar que el paro en Catalunya se redujo durante el mes de febrero respecto al mes anterior mientras que incrementaba en el conjunto del Estado, hecho que quizás modificaría este primer porcentaje. 

Por otra parte, el 87,4% de los economistas catalanes considera imprescindible y urgente que se lleve a cabo una reducción de los precios de la energía eléctrica para impulsar la economía catalana y española mientras que sólo un 7,3% considera que no es urgente bajar el precio de la electricidad y el 5,3% restante prefiere no decantarse por ninguna de las opciones. 

Más confianza

En total, un 47,3% de los encuestados considera que la situación actual de la economía catalana es mejor que la de hace un año, mientras que un 39,1% cree que es igual y un 13,1% entiende que es peor. En comparación con el mes de noviembre, el porcentaje de colegiados que piensa que la situación es mejor ha disminuido pero en una proporción menor al descenso del periodo de verano a otoño. La tendencia evidencía una mejora de las expectativas pero con una ligera corrección que pone de manifiesto un crecimiento más moderado que el de la primera etapa saliente de la crisis. De cara al futuro, un 54,3% cree que la economía catalana seguirá igual, mientras que un 30,1% opina que mejorará y un 14,4% considera que empeorará. La confianza en la recuperación aumenta en comparación con la encuesta anterior, sube el porcentaje de optimistas a la par que se reducen los que preven un estancamiento o un empeoramiento de la economía.