El campo y el sector agrario ha sido uno de los grandes damnificados por el coronavirus, aunque el sector primario ya hace tiempo que estaba en pie de guerra. Ante la situación de quejas y protestas por parte de los trabajadores del campo y las ayudas europeas a la Política Agraria Común (PAC), hablamos con Sergi Duran, al director de Sector Agrario de regionales catalanas del Banco Sabadell, quien explica hasta qué punto las entidades pueden ayudar al sector primario y cuáles son las prioridades. Al mismo tiempo, enfatiza con la necesidad de digitalización y modernización del sector para salir de la situación de ahogo.

El sector agrario hace tiempo que protesta por la presión que recibe, unas protestas que han ido al alza a raíz de la crisis sanitaria. ¿Qué opina? ¿Cuál es el problema real?
Así es, y con la implantación del acuerdo de comercio UE-Mercosur, considero que se ha visto más agravado. Los costes de mano de obra y los fuertes controles reguladores de los cultivos han provocado que el coste de producción sea más elevado, pero eso no se ve reflejado en el precio final que reciben los agricultores. Además, la entrada de productos de otros países, los cuales no tienen tantos controles, provoca una menor competencia de los productos nacionales. Raíz de la crisis sanitaria, nos encontramos en qué ha habido fuertes regulaciones para garantizar la seguridad, pero eso ha provocado una falta de temporeros, afectando directamente a los costes finales que asumen a los productores.

¿Cuál es la estrategia de Banco Sabadell para mejorar la situación?
A Banco Sabadell nos adaptamos a la situación de cada uno de nuestros clientes. Se ha buscado dar apoyo a los clientes productores y encontrar la mejor solución posible, acompañando tanto a nivel particular haciendo moratorias para los préstamos e hipotecas, como a nivel empresarial, ofreciendo las líneas ICO principalmente.

A nivel agrario, además, y en esta situación actual excepcional, estamos ofreciendo también las líneas ICO y las líneas de ayudas estatales SAECA y las autonómicas Avales.

¿Cuáles son las claves que considera necesarias para mejorar la productividad del sector y ajustar los agravios?
Las mejoras de la productividad tienen que venir por unas grandes transformaciones sostenibles y tecnológicas que garanticen la continuidad del campo. Eso puede venir dado por la unión de varios productores e inversiones conjuntas, favoreciendo la reducción de costes. Sino, nos encontraremos con que las empresas grandes con una fuerte estructura y una economía de escala pueden afectar directamente a los pequeños productores. En último término, se empieza a hablar de proyectos compartidos público-privados.

¿Considera que el sector agrario necesita modernizarse y adaptarse a la revolución digital y ecológica que vivimos?
Sin lugar a dudas. La tendencia es la transformación sostenible y digital. En los mercados más desarrollados, la tendencia ecológica está en aumento, y tiene mucho recorrido. Para eso se tiene que potenciar y ayudar en este sentido. A estas alturas, el mercado ecológico todavía es reducido, pero cada vez va más en aumento.

No obstante, el principal obstáculo son los grandes costes de producción para hacer un producto más natural, cosa que se ve reflejada en el precio final del consumidor. Por eso disponemos de la línea BEI Banco Sabadell de Innovación y Cambio climático, que los ayuda con estos proyectos sostenibles.

¿Cómo puede ayudar a Banco Sabadell a impulsar esta digitalización?
Los costes de la transformación digital normalmente son elevados, motivo por el cual en Banco Sabadell proponemos líneas de financiación donde se alargue el tiempo, para poder diluir este coste en las empresas y agricultores, siempre intentando adaptarnos a cada uno de nuestros clientes.

En Catalunya, las protestas se centran principalmente en el sector de las viñas, las avellanas y, ahora en temporada de verano, en la fruta dulce. ¿Tenéis alguna estrategia centrada en estos campos?
Intentamos hablar con grupos significativos de estos sectores para ver las posibles problemáticas. Por otra parte, desde la red de oficinas, contactamos con los clientes antes de las campañas para conocer sus necesidades, ofreciendo líneas de circulante para hacer frente a las campañas hasta el cobro. Disponemos de préstamos adaptados en el sector, como el Préstamo Flexi-Agro, con cuotas adaptadas a los plazos de las cosechas. En el caso de problemáticas graves, como el año pasado en el sector del cítrico o, en el actual a causa del Covid, SAECA (Societat Anónima Estatal de Caución Agraria) finanzas el 100% del coste del aval.

A nivel europeo, se ha dotado en la PAC de una cantidad adicional de más de 26.000 millones en ayudas para el sector. ¿Cómo se puede, desde las entidades financieras, gestionar de manera adecuada estas ayudas?
La entidad dispone de diferentes convenios con entidades públicas para poder anticipar y distribuir estas ayudas recibidas, garantizando la trazabilidad. Eso ayuda a que no se demoren las inversiones, adaptando las financiaciones mediante carencias de capital a la espera de la llegada de las subvenciones aprobadas.