ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania

A pesar de tener una geografía excepcional y un clima envidiable, el Estado español ha necesitado Ucrania durante muchos años con respecto al aceite de girasol. El país que ha sufrido una invasión por parte de Rusia es un gran exportador de este producto y, concretamente, el 62% del aceite de girasol que se consume en el Estado español proviene de tierras ucranianas. Campesinos y agricultores conversan con ElNacional.cat para explicar cómo se ha llegado a un escenario en el cual un país capaz de generar esta materia por él mismo ha tenido que necesitar tanto las exportaciones que hace Ucrania. De hecho, hay que recordar que los grandes supermercados han tenido que racionar el número de botellas que se pueden comprar en los establecimientos debido al aumento de demanda que ha habido en los últimos días por miedo a un desabastecimiento.

Tal y como pasó con el papel de váter en los primeros días del estallido de la pandemia, muchas personas se han preocupado estos días por si los supermercados se quedan sin aceite de girasol. El primer culpable fue el coronavirus, y en este caso ha sido la guerra de Putin. Algunos supermercados se han visto con la obligación de tomar medidas y de dosificar la venta. Por ejemplo, en Mercadona la compra de aceite de girasol está restringida a cinco litros por cliente y día, mientras que también se ha racionado la venta de semillas con la finalidad de "garantizar un uso normal de estos productos". En Consum, la compra de aceite de girasol se reduce a una botella por cliente. En los supermercados Bonpreu también están dosificando la compra de este tipo de aceite a un máximo de cuatro botellas o garrafas por persona. Y en la cadena Makro —que vende a empresas y que es uno de los grandes proveedores de la hostelería— también se restringe la compra en una botella de aceite de girasol por cliente y día.

¿Cómo se puede haber llegado a un escenario de este tipo? El caso es que "en el Estado español no se siembran suficientes girasoles". Es un primer resumen simplista que hace José Roales, un agricultor de Castilla y León que es responsable del sector de cereales de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Pero detrás de este hecho se esconden una serie de motivos que, en declaraciones en este diario, mira de desgranar.

El caso es que la PAC (un conjunto de ayudas europeas para desarrollar la agricultura) "obliga" a los agricultores a tener tres cultivos, y según Roales eso no es rentable para quien quiera plantar girasoles, una planta que es anual y que se puede aprovechar sobre todo en primavera. Y este es otro de los motivos por los cuales, según este agricultor de Castilla y León, el girasol no triunfa en las tierras españolas: "las primaveras de Aragón, La Rioja, Castilla y Andalucía acostumbran a ser escasas de agua". "Y seguramente en Ucrania el clima es todavía más provechoso para este tipo de planta, por muy bueno que sea el español", añade Roales.

Cambio climático y globalización

Para el agricultor español, no hay ninguna duda de que el calentamiento global y el cambio climático han influido en esta cuestión. "Por eso hay menos agua", manifiesta. Y añade un dato interesante: "Ahora mismo todos los cultivos de cereales, frutas y viñas se han adelantado una media de quince días en comparación con diez años atrás".

Unos pasillos de un supermercado de Mercadona, que también ha limitado la venta de aceite de girasol / Foto: ACN

Descarta, sin embargo, que la globalización haya sido un factor que haya contribuido a depender tanto del aceite de girasol ucraniano. "Eso de tener zonas geográficas especializadas ya pasa dentro del Estado español mismo, porque en Galicia no se planta cereal y el plátano es de Canarias". Y en el mismo, sentido, pronostica que los agricultores españoles no se aprovecharán de esta falta de oferta ucraniana ahora que Ucrania no puede producir: "Los españoles en estos momentos ya tienen hechos los planes de sus cultivos".

"Se nos penaliza por ser rentables"

"Aquí no se paga el producto al precio que nos lo tendrían que pagar", manifiesta Santi Caudevilla, responsable del sector de los cereales y herbáceos de Unió de Pagesos. Cree que es por culpa de la precarización del oficio del campesino que algunos cultivos se han dejado de hacer, y mete los girasoles dentro de este saco. En declaraciones en ElNacional.cat, critica la situación global del sector, y señala la PAC como gran culpable de la mayoría de los males: "Se nos penaliza ser rentables".

Caudevila asegura que el campesino es "el más ágil de todos", y que si ahora el mercado pide más aceite de girasol, el campesino lo ofrecerá. Pero señala que la política europea es lo que frena a los profesionales del campo a hacer lo que quieran con su tierra. "Tenemos las manos atadas", apunta.