“Nuestro país ha sido protagonista de todas las Revoluciones Industriales”, aseguraba inicialmente el vicepresident del Govern y conseller d'Economia i Hisenda, Oriol Junqueras con motivo de la inauguración del Foro Técnico de la Industria 4.0 celebrado en el Col·legi d'Enginyers de Barcelona que agrupa a 6.500 profesionales del sector.

Después de recordar su época como profesor de Historia Económica, Junqueras ha explicado que a pesar de las dificultades asociadas a los “costes prohibitivos de financiación”, Catalunya afronta la Cuarta Revolución Industrial con “algunos elementos que nos son favorables, no sólo el know how o el savoir faire de los elementos productivos, de gestión e interconexión con el mundo, sino también con el potencial de nuestras industrias, universidades y centros de investigación en una buena posición geográfica”.

La fábrica inteligente

El año 2016 se define como “el Año de la Industria 4.0” por su implicación, cada vez más eficiente, con la Internet de las Cosas (IoT) y sus elementos clave: la red, la seguridad, el nuevo software y el big data. Se trata de un modelo que avanza hacia la fábrica inteligente, con nuevos softwares dirigidos a la fabricación informatizada y a los procesos interconectados en la digitalización de las plantas productivas.

Ahora bien, el decano del Col·legi d'Enginyers, Miquel Darnés ha asegurado que la industria es “un reto, pero también una amenaza” haciendo referencia a la ventaja comparativa que mantiene Catalunya con respecto a otros territorios, pero que podría perder si no sigue impulsando la Industria 4.0. Según el Foro Económico Mundial celebrado en Davos, la Industria 4.0 destruirá 5.000 millones de puestos de trabajo hasta el horizonte del 2020, cifra que según Darnés es “exagerada” y que en cualquiera de los casos, asegura que permitirá dejar la deshumanización de las cadenas de montaje reflejada por Charlot en Tiempos Modernos como un recuerdo cinematográfico para la historia.

Ser industrial o no ser

“La industria 4.0 puede ser y será un factor determinante para la mejora de la productividad basada en la optimización de los procesos de fabricación, gracias a la interconexión de todos los elementos que intervienen”. En un contexto de transformación industrial, las fábricas inteligentes procuran convertir el big data, también conocido como 'alud masivo de información', en algoritmos útiles que permiten optimizar el proceso mediante la reducción de producción defectuosa, paradas no previstas por incidencias y efectos medioambientales, así como el incremento de la calidad del producto y la seguridad.

Darnés no ha dudado en poner el Col·legi a disposición del Govern de Puigdemont en este nuevo escenario político donde también ha reivindicado la necesidad de que haya más seguridad fiscal y jurídica, más crédito para las pymes, simplificación administrativa y abaratamiento de la educación superior. Por voluntad u obligación, ya estamos en este camino de reinvención industrial que ofrece, en tiempo real, sistemas de control del proceso y del consumo energético. Es por eso que en una reinterpretación integrista de Shakespeare, Darnés ha asegurado que "Catalunya será industrial o no será”.