Otra de las empresas catalanas por excelencia se ve obligada a tomar decisiones de regulación por la crisis del coronavirus. Se trata de la empresa de perfumes Puig, que ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) "por causa de fuerza mayor" que afectará a 621 de los 1.617 trabajadores que la firma tiene en España. Según ha anunciado en un comunicado, es una medida que Puig adopta en el contexto de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus.

La situación ha obligado a la compañía a cerrar la fábrica de Besòs y de Alcalá de Henares, en Madrid, aparte de los puntos de venta de todo el Estado, situados en grandes almacenes, perfumerías y aeropuertos. En caso de que se apruebe, el ERTE se aplicará desde el inicio de la interrupción de la actividad y la empresa se compromete a reincorporar los trabajadores una vez acabe la crisis por el virus.

En paralelo, Puig ha subrayado que la fábrica de Vacarisses seguirá operativa para producir geles hidroalcohólicos "ante la necesidad urgente" de este tipo de productos desinfectados entre el colectivo sanitario. La empresa afirma que este lunes ha enviado 9.500 unidades "siguiendo las indicaciones del Ministerio de Sanidad".