El coronavirus ha tenido un impacto más grave del querido inicialmente en el PIB de Catalunya, hundiéndolo el primer trimestre del año un 4,9%, según los datos definitivos publicados este jueves por el Idescat, tres décimas más que en la estimación de principios de mayo, cuando la bajada se situaba en el 4,6%.

En la comparación anual, el primer trimestre del 2020 la economía ha caído un 4,2% con respecto al mismo periodo del año pasado. Este dato también es peor que la querida hace un mes, que era del 3,9%. La bajada del PIB se explica principalmente por la caída de la demanda interna, pero también por la disminución de las exportaciones.

La evolución del PIB el primer trimestre del 2020 con respecto a los tres meses anteriores a Catalunya, que es de una caída del 4,9%, es menor que la que se registra en España (-5,2%), pero superior a la de la Unión Europea (-2,7%). Mientras tanto, la caída del PIB interanual es una décima inferior a la media española, que es de un 4,1% según la última estimación, y está siete décimas por debajo de la de la Unión Europea (-3,5%).

El retroceso de la economía se explica sobre todo por la caída de la demanda interna, que baja un 4,8%, especialmente porque con el confinamiento el consumo de los hogares se ha desplomado (-7,5%). Sí que ha aumentado, en cambio, el consumo de las administraciones públicas (+5,1%), principalmente por el aumento de los gastos en personal y la compra de productos para el Servicio Catalán de la Salud y el Instituto Català de la Salut, que han crecido un 28%. Por otra parte, la formación bruta de capital interanual cae un 5,8%, con una bajada especial en la inversión en construcción (-11,4%) pero también en la de bienes de equipo (-2,8%).

El coronavirus también impacta en las cifras del sector exterior, con una caída de las exportaciones totales al extranjero del 6,4% interanual. Las exportaciones de bienes y servicios han disminuido un 3,8% por el frenazo de la economía mundial, mientras que el consumo de los extranjeros en el territorio retrocede un 19% en comparación con el mismo trimestre del año pasado. De hecho, la actividad turística se suspendió totalmente desde mediados de marzo, pero el gasto de los turistas ya era negativo en febrero. Las importaciones también han caído, un 7,6% interanual, sobre todo por la reducción de las compras al extranjero de bienes y servicios (-7,7%) y del consumo de los residentes en el extranjero (-7,3%).

Por sectores, los datos del Idescat muestran una caída generalizada de la actividad por todas partes, con unos descensos interanuales que son del 7,7% en la construcción, del 4,3% al sector servicios y del 2,4% en la industria. Al sector agrario la caída interanual es del 2,2%.

Entrando en el detalle de las cifras, a los servicios, la principal bajada se encuentra en el comercio, el transporte y la hostelería (-9,6%), mientras que las actividades inmobiliarias, profesionales y otros se reducen un 3,3%. En la administración pública, en cambio, educación, sanidad y servicios sociales crecen un 1,8%.

El retroceso del 2,4% de la industria supone el sexto trimestre consecutivo de decrecimiento. Las ramas más dinámicas son las de fabricación de productos informáticos (+10,2%) y la fabricación de productos farmacéuticos (+6,35). En cambio, caen con mucha fuerza la industria de fabricación de otros medios de transporte (-33%) o la de la madera y el corcho (-27,2%).