El grupo sanitario Hospitales de Madrid (HM) negocia la compra de la Clínica Sagrada Familia de Barcelona con un propietario muy particular: 160 médicos de la clínica y sus respectivas familias. HM ofrece 52 millones de euros por el 51% de la propiedad y otros 49 millones para sufragar la construcción de un nuevo edificio adyacente para ampliar los servicios hospitalarios. HM es el segundo grupo sanitario de España y está controlado por la familia Abarca-Cidón.
Pero la compraventa no está ni mucho menos sellada. Aunque las conversaciones están muy avanzadas y todo parece que va por buen camino, la negociación es compleja tal y como han explicado fuentes conocedoras a El Nacional. Naturalmente, el acuerdo, si finalmente llega, debería ser aprobado por la junta de accionistas de la clínica y este paso, formalismo ordinario para muchas otras compraventas, es precisamente el bisturí clave de la negociación, porque a la vez que propietarios, los médicos de la Sagrada Familia son también sus trabajadores.
Una joya de negocio
La Clínica Sagrada Familia es una joya de negocio, pero ya hace tiempo que tantea una ampliación. Por el momento, es una de las mayores clínicas independientes de España que además de estar gestionada por su equipo médico, emplea a 250 trabajadores y realiza unas 11.000 intervenciones al año. Con todo, ha consolidado unos ingresos anuales de 30 millones de euros en 2015, facturación que ha mantenido constante durante los últimos años. Para unos, es un éxito mantener estos ingresos pese a la guerra de precios en la sanidad privada y el acecho permanente de las aseguradoras médicas. Para otros, es señal de estancamiento y la solución pasa por dar el paso definitivo y aceptar la oferta de compraventa.
Los propietarios de la clínica lo tienen parcialmente claro. Quieren ampliar el centro con un presupuesto estimado de 37 millones, dinero del que no disponen al financiarse con fondos propios y sin recurrir a crédito bancario, pero a la vez no quieren renunciar a un modelo de gestión que oficialmente no está en venta. Difícil decisión con opciones quizás compatibles (o no).
Además, a la hora de aprobar o rechazar la potencial compraventa, estos particulares dueños no pierden nunca de vista el efecto directo que puede generar en sus respectivos cargos, trabajos y estructura interna de la clínica.