El turismo ruso en Catalunya ha sufrido fuertes caídas en los últimos dos años, como también lo ha hecho en otros países como Turquía o Egipto, aunque en estos dos casos por motivos de veto político. La crisis financiera, encabezada por una fuerte pérdida de poder adquisitivo y un rublo en situación de colapso, ha obligado a muchos de sus ciudadanos a quedarse en casa o priorizar el turismo interno.

Sin embargo, Catalunya no ha tirado la toalla y sigue apostando por recuperar las grandes cifras doradas previas al conflicto de Crimea cuando la Unión Europea amenazo con prohibir visados. A modo de ejemplo, Catalunya recibió 15 millones de visitantes el 2013, de los cuales un millón eran rusos que se llegaron a gastar 1.326 millones de euros, un 24,6% más que un año antes. Tan sólo dos años después y haciendo balance del 2015, Catalunya pasaba a recibir a 574.000 turistas rusos, lo que supone un 31% menos que en el 2014 y generando unos ingresos de 765 millones de euros, un 32,4% menos que el ejercicio anterior. 

Feria internacional MITT

A pesar de las dificultades implícitas en la economía rusa, los responsables turísticos de Catalunya siguen apostando por su mercado, ya que lo consideran estratégico. Es por eso que con la voluntad de revertir esta tendencia a la baja, la Agencia Catalana de Turismo acompañada de una veintena de entidades y empresas del sector turístico catalán está participando a lo largo de esta semana a la feria internacional MITT de Moscú donde asisten 1.800 empresas y 32.000 visitantes. El objetivo es que Catalunya siga liderando las preferencias viajeras de los turistas rusos y, de momento, las perspectivas ya apuntan a un cambio de tendencia en sus flujos turísticos. 

En un mundo cada vez más internacionalizado, Catalunya cree en recuperar el turismo ruso que ahora mismo es su noveno mercado y el sexto en gasto pero también sigue trabajando para diversificar, cada vez más, su cartera de mercados, reforzando así la promoción en los países de las antiguas repúblicas soviéticas, como son Moldavia, Armenia, Bielorrusia, Azerbaijan y Kazajistán. 

Fotografía de Albert Torelló / CC