La guerra al líder independentista de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, empezó desde Barcelona, con los recursos del establishment que, liderado por el banquero Carles Tusquets, intentó hasta el último momento evitar que el empresario de Petróleos Independientes fuera investido como presidente cameral. Ahora, lejos de ganar la batalla, con los recursos judiciales en marcha pero "con poco recorrido", la guerra se reactiva desde Madrid.

El enfado generalizado por la sentencia del procés ha hecho alzar la voz a varios líderes empresariales, -con palabras moderadas, como acostumbra a pasar en el mundo económico- que han pedido diálogo por activa y por pasiva, criticando el hecho que "se judicialice la política". Pero las palabras de Canadell, más contundentes, han puesto nervioso el núcleo duro de Madrid, que entre Cámara de España i Moncloa, reanudan la guerra al empresario en un intento de censurarlo.

La estrategia de Bonet

El presidente de la Cámara de España, Josep Lluís Bonet, no es un gran partidario de Canadell. En ideas políticas no encajan, si bien Bonet es conocido por haber dicho frases como que la independencia sería "una catástrofe para Catalunya, España y Europa". De hecho, el expresidente de la Fira de Barcelona ya intentó desautorizar a Canadell cuando, pocos días antes que saliera la sentencia del procés, la Cámara de Barcelona hizo un manifiesto a favor de la liberación de los presos en que instaba el empresariado a una "verdadera respuesta de país", daba apoyo a la huelga general que se celebró el pasado 18 de octubre y condenaba la "judicialización de la política". Este manifiesto fue llevado al Pleno de la Cámara barcelonesa y aprobado por mayoría.

Bonet, al ver este manifiesto, hizo una declaración desde la Cámara de España en que consideraba que el relato de la Cámara de Canadell "carece de principios constitucionales como la independencia judicial y la unidad de España". Esta declaración contra Canadell y su equipo se hizo pública a pesar de que, según fuentes de ElNacional.cat, "la declaración no llegó a pasar nunca por el pleno ni por el comité ejecutivo", si bien Joan Canadell es el vicepresidente segundo de la Cámara de España -cargo que viene ligado al hecho de ser presidente en la de Barcelona- . Según fuentes de este diario, "Bonet hace tiempo que busca la manera de sacar Canadell de la vicepresidencia, y hará todo lo que pueda para conseguirlo".

El siguiente movimiento de Bonet fue justo después de la publicación de la sentencia. El presidente de la Cámara española envió una carta al presidente en funciones, Pedro Sánchez, en que le mostraba su apoyo, enfatizaba la "ilegalidad" del procés independentista y aseveraba su "respeto por la sentencia dictada por el Supremo". Lo hacía en nombre de toda la Cámara de España.

Fuga de sedes dentro de la Cámara

La estrategia del octubre del 2017 de poner miedo en la economía catalana con relatos catastrofistas y alimentando el fenómeno "fuga de sedes" empresariales, se ha llevado ahora a la Cambra de Comerç con una jugada desde la Cámara de Comercio Internacional (CCI). Ésta cuenta con comités nacionales instaurados en más de 90 países, y el comité español está ubicado actualmente en la Cámara de Barcelona. El presidente del CCI, Sebastián Escarrer, soltó en unas declaraciones en la agencia EFE que el comité español "se trasladará a Madrid", con el objetivo de "crear un centro neurálgico que una los intereses iberoamericanos y europeos", Lo hizo justo después del primer choque entre Canadell y Bonet.

Fuentes de este medio aseguran que "no hay una intención real de mover el CCI de Barcelona", y que "lo único que se ha hecho es ampliar oficinas en la Cámara de Madrid, donde se ha puesto una mesa con una persona". Escarrer es el presidente del CCI desde mayo del 2019 y relevó a Miquel Valls, el también hasta entonces presidente de la Cámara de Barcelona, y según las mismas fuentes, "Escarrer recibe muchas presiones" y estas declaraciones "sesgadas", aseguran, "diciendo que el CCI cambia la sede, es puramente estratégico".

El toque de atención de Sánchez

A pesar de las presiones por parte de la Cámara de España y las declaraciones de Escarrer, Canadell no ha bajado la cabeza. Hace pocos días, el presidente de la Cámara barcelonesa criticó duramente al presidente español en funciones, Pedro Sánchez, a quién culpó de los disturbios ocasionados en las protestas contra la sentencia por su negativa de dialogar con el presidente de la Generalitat, Quim Torra.

Canadell recibió el jueves una carta del Ministerio de Industria donde se le recordaba las funciones de la Cámara a modo de toque de atención. La carta aseveraba que la Cámara "es una corporación de derecho público" que representa "empresas plurales en su configuración" y requieren de "apoyo en sus procesos de internacionalización, innovación y digitalización" y que, por lo tanto, tiene que garantizar la "imparcialidad y la transparencia". En este sentido, el Gobierno critica a Canadell que haga valoraciones políticas y que cuestione las decisiones judiciales.

La institución todavía no ha contestado la carta formalmente, "pero lo haremos", aseguran, aunque Canadell ya ha ido dejando pistas de lo que responderá. En una entrevista al programa Todo se mueve, relativizó el toque de atención diciendo que "seguramente es un aviso porque bajamos el tono, que no lo haremos" porque "por encima de todo estamos al servicio del empresariado catalán".

De hecho, esta es la primera vez que el Gobierno mete la nariz en la Cambra de Comerç, independientemente que haya hecho algún comentario político. No se llamó la atención cuando Bonet envió la carta de apoyo a Sánchez en favor de la sentencia, cosa que Canadell criticó a través de las redes sociales, diciendo que el "es curioso" que el ministerio "me acuse de imparcialidad porque acuso en Sánchez de no querer dialogar, y en cambio no lo haga con el presidente Bonet cuando cierra filas con el gobierno".