El presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, admite que la independencia puede provocar una "posible sacudida" económica y "efectos negativos puntuales" en la economía, pero asegura que eso no tiene que dar miedo" a los empresarios ni a la sociedad.

En una entrevista con la ACN, Canadell dice que una separación pactada "no tiene porque provocar un descalabro" pero que en caso de ruptura sin acuerdo con el Estado puede haber "unos meses malos". "No decimos que todo tenga que ser fácil, pero esta posible sacudida se verá compensada con creces a medio y largo plazo", afirma. Según Canadell, una Catalunya independiente podría optar por bajar el impuesto de sociedades al 18% para intentar dar una "impresión llamamiento" a las inversiones.

"Sólo con que bajes del 25 al 18% ya tiene un efecto muy importante", afirma, asegurando que en el hipotético caso de una Catalunya independiente no habría que llegar a los niveles de Irlanda porque el país tiene otros "atractivos".

"No se trata de ser héroes, sino de explicarse lo mejor posible", afirma al ser preguntado sobre si habría que estrecharse el cinturón en caso de independencia.

Además, matiza que un posible impacto negativo sería "en el peor de los casos" y confía en que habría "presiones" para que fuera el más breve posible. "En Catalunya hay 8.600 multinacionales y no les interesa un periodo de crisis", augura.

Canadell replica a los que lo acusan de politizar la Cambra de Comerç, y destaca que él no perjudicará la reputación del ente porque su objetivo es "obtener el máximo potencial de la economía y la empresa catalanas".

"Es una trampa y no es lícito decir que cuando defiendes cambiar de estatus haces política y cuando defiendes mantenerlo no haces política", afirma, remarcando que sus antecesores en la Cambra, como Miquel Valls, "ya estaban haciendo política".

Canadell mantiene que harán "a finales de año" una consulta sobre cómo tiene que ser la relación de la Cambra con el rey Felipe VI, y no descarta plantar al monarca en ocasiones como la inauguración del Mobile World Congress.

"No es un tema que nos quite el sueño, para nosotros lo más importante es desarrollar el máximo potencial de la empresa catalana y no si tenemos que ir o no al besamanos del monarca", indica.

Canadell destaca también que la economía catalana va "muy bien" y que Catalunya "se ha puesto en el mapa", especialmente a raíz del 1-O. El presidente de la Cambra afirma que los próximos datos de inversión extranjera que presentará el ente a finales de julio son "muy positivos".

Según el dirigente empresarial, la ANC "no incide en nada ni se tiene en cuenta para nada" en la gestión de la Cambra, que tampoco prevé que se termine a "presiones" de las llamadas élites económicas.

"Si las élites nos ayudan a desarrollar el máximo potencial económico de la empresa catalana, bienvenidas sean las presiones. Pero si nos presionan para frenar, no lo aceptaremos", avisa.

Reforma de la ley de cámaras

Canadell apuesta por reforzar el ente que preside, y recuerda que en ciudades como Lyon o Milán, los entes como el suyo tienen presupuestos de hasta 60 o 80 millones de euros, lejos de los 20 de la Cambra de Barcelona.

Entre otros, plantea estudiar la integración de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa del Govern, en la Cambra, que cree que se tiene que dotar de "más recursos" y "más competencias". "Tenemos que ser ambiciosos", destaca.

Canadell también rechaza las nombradas 'sillas de plata' de la Cambra, porque generan la "tentación de utilizar estas sillas para cambiar las mayorías". En este sentido, apuesta por "recuperar el recurso cameral o similar", y plantea una "muy pequeña cuota" para todas las compañías para conseguir un buen presupuesto.