La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha reconocido este martes la ralentización del crecimiento del producto interior bruto (PIB) en España el próximo año, aunque ha destacado la "fuerte resiliencia" de la economía española ante el actual contexto de incertidumbre. El Gobierno prevé para este 2022 un crecimiento de la economía del 4,4%, un avance que se ralentizará en el 2023 al 2,1%. Este martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) español ocho décimas para el 2023, hasta el 1,2%. "En este momento lo que prevemos es una ralentización del crecimiento muy significativo, con una previsión de crecimiento este año del 4,4% y de un 2,2% para el próximo año. Estamos hablando de una ralentización del crecimiento económico, pero también de una fuerte resiliencia de la economía española", ha señalado a la vicepresidenta desde la oficina comercial de España en Nueva York.

"Prudencia y responsabilidad"

Sin embargo, la vicepresidenta ha enfatizado que hasta ahora la economía sigue registrando un crecimiento "fuerte" y presenta una serie de elementos de "fortaleza" para abordar los retos que haya por delante. Eso si, la responsable económica del Gobierno ha señalado que la evolución de la economía en los próximos meses dependerá de manera sustancial de cómo evoluciona la guerra y la economía alemana. Preguntada por las diferencias de previsiones entre el Gobierno y los diferentes organismos nacionales, Calviño ha vuelto a subrayar que es una circunstancia "normal", ante un contexto de "fuerte incertidumbre" como el actual. "Lo más importante es el mensaje que la economía española seguirá creciendo en el 2023 y todos los organismos prevén que crezca muy por encima que los países de nuestro entorno, continuando con un notable dinamismo que hemos registrado en estos años," ha destacado. En este sentido, ha recalcado que los presupuestos generales del Estado de 2023 que se han presentado están marcados por la "prudencia y la responsabilidad fiscal".

A pesar de este escenario de "prudencia", la vicepresidenta ha vuelto a insistir en un pacto de rentas entre empresarios y trabajadores para tener "un contexto y un marco previsible para los próximos años", ya que daría confianza y tranquilidad a los trabajadores, a las empresas, a los inversores y al conjunto de la ciudadanía. Por este motivo, Calviño ha subrayado que desde el Gobierno están contribuyendo a este pacto con todas las medidas para apoyarse en las familias, así como con el reciente acuerdo con los representantes de los trabajadores públicos. La ministra espera que los agentes sociales lleguen a este acuerdo sobre la evolución de los salarios en el sector privado en estos años, así como sobre los márgenes empresariales.