Ya hace años que todos los Estados miembro de la Unión Europa envían sus proyectos de presupuestos en Bruselas porque la Comisión Europea los revise y emita una opinión al respeto. Normalmente, Bruselas compra los proyectos, pero siempre hace alguna recomendación en el estado en cuestión porque esté alerta. Estas recomendaciones, que en teoría no son obligatorias de cumplir, a la práctica son cómo cuando un profesor te decía "te recomiendo encarecidamente que te leas este artículo", es decir obligatorias si no te quieres buscar ningún tipo de problema.

Este miércoles ha estado el turno de España y, efectivamente, Bruselas le ha comprado el presupuesto a Pedro Sánchez, sin embargo, le ha hecho una advertencia pidiéndole prudencia, ya que tiene un elevadísimo nivel de deuda pública, que actualmente se encuentra en torno al 120% del PIB. Concretamente, la Comisión ha pedido al Estado que preserve una "política fiscal prudente" a la hora de adoptar medidas presupuestarias para dar apoyo a la recuperación y que esté lista para adaptar estas medidas si las circunstancias cambian.

No todo son advertencias, ya que la Comisión también ha reconocido que España ha seguido la recomendación que le hizo en junio de utilizar el fondo de recuperación para financiar inversiones adicionales y mantener, al mismo tiempo, las inversiones financiadas por el Estado. Las cuentas planeadas para 2022, incluyendo el uso de los fondos europeos (27.633 millones de euros) Bruselas prevé una contracción fiscal para España, es decir que ingresará más de lo que gastará, y lo atribuye al hecho de que el próximo año se irán retirando las importantes medidas de apoyo adoptadas por la pandemia.

Las normas fiscales siguen suspendidas

Tal como pasó el año pasado, Bruselas no ha evaluado si los presupuestos permitirán cumplir las reglas de déficit o deuda porque siguen suspendidas, como mínimo hasta el año que viene, para permitir que los países sigan dando apoyo a la recuperación económica después de la Covid.

"Dado el nivel de la deuda pública española y los grandes retos de sostenibilidad a medio plazo antes de la pandemia de Covid-19, al tomar medidas presupuestarias de apoyo, es fundamental preservar políticas fiscales prudentes para asegurar finanzas públicas sostenibles a medio plazo", se limita a recomendar la Comisión en este sentido. La directriz es la misma que para el resto de países con alta deuda como Bélgica, Grecia, Francia e Italia.

La Comisión subraya, además, la "importancia" de la "calidad de las medidas presupuestarias" y que incluyan inversiones favorables al crecimiento, dando apoyo a la transición ecológica y digital, y considera que el presupuesto español va en esta dirección.

Calviño saca pecho

Después de esta noticia, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha sacado pecho señalando que el aval de la Comisión Europea a los presupuestos confirma "que este es un gobierno prudente, responsable". Los presupuestos para 2021 y 2022 "son los que España necesita", ha subrayado Calviño en declaraciones a los medios, después de intervenir en el Pleno del Congreso que debate las enmiendas parciales a las cuentas de 2022. Ha destacado que la Comisión ha confirmado la previsión de reducción del déficit en 2021 del Gobierno, que se prolongará en los próximos años.