El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha anticipado que Barcelona implantará una moneda social en el 2019. Ahora bien, la prueba piloto se llevará a cabo durante el primer semestre del próximo año en los barrios del Eix Besòs. Más concretamente, esta medida se inscribe dentro del Plan de Impulso de la Economía Social y Solidaria, que está dotado con 24 millones de euros y que también incluye la construcción de un centro municipal de referencia para la innovación socioeconómica. Tal y como ha apuntado Pisarello, la prueba piloto está vinculada a un proyecto europeo que ganó el consistorio para desarrollar una renta municipal de inclusión.

De hecho, Barcelona fue una de las quince ciudades ganadoras del proyecto europeo Urban Innovative Action (UIA), a través del cual recibirá 4,85 millones de euros para desarrollar a lo largo de los próximos tres años una prueba piloto sobre la renta municipal de inclusión. Dentro de este marco, el Ajuntament ha querido desvincular esta prueba piloto del proyecto general de moneda virtual que Barcelona En Comú llevaba en su programa electoral, que está en fase todavía "preliminar". "No es la prueba piloto de la futura moneda social, sino que está circunscrito a este proyecto europeo", ha explicado el comisionado de Economía Social, Jordi Via.

Un modelo todavía no definido

Lo que sí que es cierto, sin embargo, es que el Plan de Impulso de la Economía Social y Solidaria incluye esta prueba piloto y que el comisionado ha apuntado que se tendrá que analizar como ha funcionado y si hay que ampliarla o modificarla, con la previsión de implantar la moneda durante el 2019, según figura en la documentación del plan. "Pero el modelo no lo tenemos definido, está en fase absolutamente preliminar", ha insistido. También ha asegurado que no está decidido todavía si imitará el modelo de Santa Coloma de Gramenet.

El Plan presentado por Pisarello, que es para el periodo 2016-2019, busca demostrar que hay alternativas a las políticas económicas "neoliberales" y que hay un espacio para otra economía "más innovadora y plural", con empresas "más responsables" y que no se basen en la "lógica de la especulación, sino en la cooperación y la lógica del bien común". El objetivo es que Barcelona "se convierta en referente internacional de la economía plural y, en concreto, de la economía social, al mismo nivel que lo son ciudades como París, Seúl, Montreal". En cifras, este sector genera un 6% del PIB y un 8% del empleo de Barcelona, con un total de 53.000 personas que ya trabajan. En la capital catalana hay más de 4.718 iniciativas socioeconómicas que trabajan con los criterios de la economía social y solidaria: 2.400 entidades del tercer sector, 1.197 sociedades laborales, 861 cooperativas y 260 iniciativas de economías comunitarias.

El plan tiene como objetivo promocionar este tipo de iniciativas, fortalecerlas e intentar que el resto de la economía de la ciudad se "contamine" de los valores de este sector. Así, prevé abrir a partir del próximo año un centro municipal de referencia para la innovación socioeconómica, bajo el paraguas de Barcelona Activa, y que se ubicará muy probablemente en "El Far", de la Barceloneta. En concreto, recoge la necesidad de impulsar proyectos emblemáticos de esta nueva economía urbana basada en la cooperación económica, social y solidaria como Coòpolis, Can Picó, el hub de la bicicleta y el ESS, la dinamización del Eix Pere IV o el apoyo a Can Calopa como proyecto de re-ruralización urbana e inserción sociolaboral.