El presidente de Banco Popular, Emilio Saracho, ha asegurado este lunes que merece la pena luchar por el banco, al tiempo que ha señalado que su recuperación solo es posible si se hace frente "sin más dilación" a las dificultades que el banco atraviesa. "Tenemos que atacar esas dificultades de una vez por todas, sin excusas y sin sentimentalismos", ha remarcado en su primera intervención como presidente del Popular ante la junta de accionistas ordinaria que se celebra en Madrid.

En este sentido, considera que la entidad está "abocada" a realizar una ampliación de capital (sería la cuarta desde el inicio de la crisis) para "seguir adelante" y poder cumplir con los niveles de capital y tener los fondos propios suficientes para poder ejecutar su estrategia. "Parece que el diagnóstico general es unánime: estamos abocados a aumentar capital para seguir adelante. Mi preferencia es que si acudimos al mercado, no solo sea para cumplir con los niveles de capital, sino para alcanzar un volumen de fondos propios que permita al banco la ejecución de su estrategia y competir en el mercado en igualdad de condiciones", ha añadido. 

"Nos encontramos en este momento con el capital más alto de nuestra historia, pero las elevadas exigencias regulatorias hacen que resulte suficiente, pero ajustado", ha puntualizado el directivo, quien ha detallado, además, que el banco ha dotado provisiones por 25.000 millones de euros desde 2007, un "esfuerzo" que previsiblemente tendrá que continuar en el futuro. El presidente de Popular es consciente de que la entidad necesita "holgura" de capital sobre unos mínimos exigibles y disminuir el peso de los activos inmobiliarios "en un mercado en incipiente recuperación". "Si conseguimos estos dos objetivos, nos podemos centrar en el negocio propiamente bancario, que es lo que tenemos que hacer", ha agregado.

¿Una fusión?

Del mismo modo, Saracho tampoco ha descartado en un futuro que la entidad pueda fusionarse con otro banco que reconozca su valor. Aunque, también ha dejado claro que se trata de una opción más, por lo que valorará las distintas alternativas y tomará la decisión "que más beneficie al banco". Ha resaltado que "en ningún caso" puede imaginar la desaparición de Popular, pero ha reconocido que su situación actual requiere que se actúe priorizando y ejecutando estrategias para llegar el mejor resultado posible.

"La independencia es un valor hasta que es una carga", ha asegurado justo antes de añadir que "a lo largo de las diferentes rondas de consolidación de la industria hemos permanecido independientes. En mi opinión, esto es parte de nuestro valor diferencial, pero eso no significa que piense que una operación de este tipo en la que se reconozca el valor intrínseco de la franquicia de Popular no sea una opción".

Definir necesidades...

Saracho ha hecho un recorrido por la historia de Popular, un banco con una herencia "de la que sentirse orgulloso" y que ha conseguido sobrevivir a la mayor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial con sus propios recursos y con "cero ayudas monetarias". "Ni el banco las pidió ni nadie pensó que las necesitáramos".

El directivo ha precisado que antes de llevar a cabo la ampliación, será "ineludible" que la entidad defina "previamente" las necesidades que ésta pretenda cubrir, así como las perspectivas de negocio que la van a sustentar. "Ambas cuestiones deberán ser explicadas en profundidad y deberán resistir la prueba del paso del tiempo", ha advertido antes de detallar que su objetivo es "poner en valor" el negocio de la entidad, así como tener la necesaria disponibilidad de recursos tanto para el negocio bancario principal, centrado en pymes, como para la desinversión de activos inmobiliarios y dudosos.

Una batería ante el desplome

Por último, ha indicado que una mayor flexibilidad en la interpretación de las exigencias regulatorias permitiría a Popular tener el margen necesario para poner en marcha "una batería de medidas adicionales" que le ayudarían a mejorar su situación. No obstante, la entidad tampoco fía su futuro a ello. 

En mayo de 2016 Popular llevó a cabo una ampliación de capital por importe de 2.500 millones. Desde 2012, la entidad ha requerido 5.400 millones a sus accionistas. Los títulos del Popular han profundizado en su retroceso en Bolsa a media sesión al caer más de un 7% al mediodía, a un precio de 0,75 euros, tras conocerse las intenciones de Saracho: nueva ampliación de capital o incluso fusión. Los inversores han seguido con plena atención la junta de accionistas del Popular.