El Banco de España prevé que el PIB se desacelere hasta el 2,1% en 2018, tras crecer un 2,7% este año y un 2,3% en 2017, mientras que la tasa de paro se reducirá hasta el 17,3% de la población activa en 2018, según queda reflejado en las nuevas proyecciones de la autoridad monetaria, que incorporan por primera vez el pronóstico para 2018.

De esta forma, se contempla una prolongación de la fase expansiva del PIB a lo largo de este trienio, aunque a un ritmo "gradualmente decreciente" en comparación con el observado en 2015.

Corrección de los desequilibrios

El avance de la economía seguirá apoyándose en la corrección de los desequilibrios de la economía, en particular en la mejora de las condiciones competitivas y en la disminución del grado de deuda de empresas y familias, así como en la persistencia de condiciones favorables para la financiación de los agentes, alentadas a su vez, por la orientación expansiva de la política monetaria.

Sin embargo, se producirá una desaceleración por la pérdida de fuerza de algunos elementos que, con carácter transitorio, han impulsado la actividad en la etapa más reciente, como la bajada del precio del petróleo, la depreciación del euro o algunos estímulos presupuestarios, lo que se compensaría parcialmente, en el medio plazo, con una recuperación paulatina de los mercados de exportación.

Menos paro

En referencia al empleo, el Banco de España ha explicado que el dinamismo de la actividad seguirá impulsando la creación de empleo, favorecida además por el hecho de que el crecimiento PIB estará muy focalizada en el sector servicios, muy intensivo en mano de obra.

De esta forma, el empleo crecerá un 2,5% en 2016, dos décimas más que la estimación anterior, mientras que en 2017 repuntará un 1,9% y en 2018 un 1,8%. Así, la tasa de paro pasará del 19,7% este año al 17,3% en 2018.

En el ámbito de los precios, estima que tras registrar un descenso del 0,5% en 2016, el IPC podría crecer un 1,5% en 2017 y un 1,7% en 2018, en línea con la recuperación proyectada para el precio del crudo y con un modesto repunte gradual de la inflación subyacente.

Incertidumbre 

En cuanto a los riesgos sobre estas previsiones, el Banco de España encabezado por Luis María Linde asegura que los riesgos son a la baja en base a las incertidumbres acerca de la evolución de la economía global, principalmente en algunas economías emergentes, así como la hipotética intensificación de las tensiones geopolíticas en ciertas áreas y el resultado del referéndum en el Reino Unido sobre su permanencia en la UE.

En el terreno español, se ha subrayado que la prolongación de la incertidumbre política, tras la convocatoria de unas nuevas elecciones, puede dar lugar a que los agentes pospongan, en el corto plazo, algunas decisiones de gasto como consecuencia de la indefinición acerca del curso futuro de las políticas económicas.