El vicepresidente del Gobierno y conseller de Economía, Pere Aragonès, ha apostado para que el ejecutivo catalán abandone la idea de las subvenciones y piense más en una entrada de capital conjunto con el fin de tener más capacidad de incidencia en las multinacionales. En una entrevista a Raco 1, ha puesto de ejemplo que el gobierno francés es propietario de una parte de Renault. Un elemento que, según Aragonès, condiciones las decisiones de la empresa. Por otra parte, el vicepresidente ha admitido que es "muy difícil" revertir la decisión de Nissan de cerrar las tres plantas en Catalunya, pero añade que ha partido y que se luchará "hasta el último minuto".

Después de que este jueves la empresa nipona anunciara el cierre de las plantas de la Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca, el vicepresidente garantiza que el Gobierno no baja los brazos y que seguirá trabajando para revertir la decisión de la multinacional. "Lo que no haremos nunca es renunciar".

A pesar de ser conscientes de las "dificultades", Aragonès ha insistido en que no se darán por vencidos y que no bajarán los brazos. Y ha celebrado la unidad con los agentes sociales más representativos, en referencia al posicionamiento conjunto con patronales y sindicatos sobre el cierre de Nissan.

Con respecto al apoyo público, Aragonès cree que se tiene que articular "de manera diferente" a fin de que sea "mucho más vinculante" en relación a las decisiones de las empresas. "Normalmente cuando una multinacional necesita de una inversión financiera muy grande, pide apoyo público. Ya que hacemos aportaciones públicas tenemos que mirar que sean mucho más vinculantes. Abandonar la idea de la subvención y pensar más en una entrada de capital conjunto para tener capacidad de incidencia sobre la decisión de multinacionales, ya que piden que haya aportación pública," ha defendido. En este contexto, ha recordado que el Gobierno, en los últimos años 15 años, ha dado subvenciones a Nissan por valor de 25 millones de euros.

Preguntado por si el Gobierno ha hecho alguna cosa mal por no haber evitado la decisión de la multinacional nipona, Aragonès ha respondido que "con el tiempo se podrá ver qué decisión podía tener una alternativa" pero ha remarcado que cuando se toman decisiones "no se hace con una bola de cristal sobre el futuro".