La plataforma de 'homesharing' Airbnb ha generado un impacto económico de 740 millones en Barcelona durante el 2015, de los cuales 500 millones provienen del gasto realizado en comercios y servicios por los turistas alojados en sus establecimientos  mientras que los 240 restantes corresponden a las tarifas que el huésped paga al anfitrión. Más concretamente el número de anfitriones de la plataforma, ha pasado de 4.000 en el 2013 hasta 9.200 en el 2015, y en total se alquilan espacios disponibles durante una media de 58 días anuales que generan un ingreso medio de 5.100 euros el año por anfitrión. 

Después de cuatro años con oficinas en Barcelona, el director general de Airbnb Marketing Services España, Arnaldo Muñoz y el director Global de Asuntos Públicos, Chris Lehane, han pedido a la Generalitat que regule este tipo de actividad a fin de que la empresa pueda recaudar la tasa turística, tal y como ya hacen otras ciudades europeas como Londres o París. "Queremos una definición de homesharing como actividad no profesional que consiste en alojar viajeros en la residencia permanente de un particular", ha pedido la plataforma. En este sentido, se pretende asimilar la normativa catalana a la establecida en Perpinyà, París, Amsterdam y Lisboa con el fin de reconocer el 'homesharing' como una actividad económica entre particulares y no "exclusivamente" por parte de profesionales. La regulación de economía colaborativa y nuevos modelos abiertos de alojamiento es un debate todavía muy abierto que se pretende abordar con el Ajuntament de Barcelona. 

Viajar como un auténtico barcelonés

Turista responsable con una media de edad de 34 años con voluntad de vivir Barcelona como un auténtico barcelonés. Este es el perfil de huesped que ha definido Muñoz y con el que ha explicado que barrios típicamente turísticos como Ciutat Vella han perdido peso dentro del conjunto de preferencias. Así lo demuestra el porcentaje de turistas que escogen alojarse en Ciutat Vella y que ha bajado del 86% en el 2009 hasta el 36% en el 2015, al mismo tiempo que los anfitriones han pasado del 37% al 25% durante el mismo periodo.  

Después de París, Londres y Nueva York, Barcelona es la cuarta ciudad más importante para Airbnb, ya que la plataforma ha más que triplicado la cifra de 277.000 viajeros en el 2013 hasta alcanzar los 889.000 viajeros durante el año pasado. De estos, un 70% son de países europeos, un 17% de Estados Unidos, un 5% de Asia, un 4% de América Latina, un 3% de Australia y un 1% de África y Oriente Medio. Por otra parte, los barceloneses que han escogido Airbnb para viajar han pasado de 55.000 en el 2013 en 217.000 en el 2015.