El coronavirus y el miedo de una crisis económica, habiendo aprendido las lecciones de la crisis financiera del 2008, ha hecho aumentar de manera extraordinaria la tasa de ahorro de los hogares de la eurozona, sumado al confinamiento y el cierre de gran parte de comercios y servicios de ocio, que en parte hacían imposible gastar aunque se quisiera. Así pues, ha aumentado más de cuatro puntos en el primer trimestre del 2020 hasta el 16,9%.

Con respecto al 12,7% del último trimestre del 2019, el registrado durante los tres primeros meses del año es el incremento más alto desde 1999, según datos del Eurostat.

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Con respecto a la inversión de los hogares, la tasa ha caído en cuatro décimas en el primer trimestre del año hasta el 8,7%. El aumento del ahorro por parte de los hogares se explica por un incremento del 0,9% de la renta bruta disponible y el descenso del gasto en consumo individual de los hogares.

En cambio, la caída de la inversión se explica por la disminución del 3,2% de la formación bruta de capital fijo y el aumento del 0,9% de la renta disponible bruta.