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Aprovechar el calor para generar electricidad, en otras palabras termoelectricidad. Esta fue la técnica que utilizó a la NASA para hacer funcionar de forma prácticamente ilimitada la sonda Voyager durante los años 70. La NASA, entonces, usó la termoelectricidad a través de la pila atómica, pero en Catalunya hemos encontrado otra manera de usarla, una manera más limpia gracias usar el calor que no se aprovecha en las fábricas. De hecho, quien ha conseguido desarrollar esta tecnología ha sido AEInnova, una startup egarense que ha creado el primer dispositivo IoT que funcionan sin la necesidad de baterías de ningún tipo aprovechando el calor que desprenden las plantas, ya que, por término medio, un 65% de la energía que consumen se pierde en forma de calor. Es decir que estamos hablando de una nueva manera de generar electricidad de modo completamente renovable y limpia, reaprovechando un "residuo" que genera la empresa y haciéndola más eficiente.

Haber podido desplegar esta tecnología, que ya ha sido testada en plantas de grandes empresas del país como Repsol, es una gran noticia a escala ambiental porque resuelve un problema realmente importante para muchas empresas. El más evidente es que no tienen que cambiar baterías, básicamente porque no utilizan, pero la otra ventaja es que como no tienes que cambiar baterías te ahorras que acaben sin reciclar y, por lo tanto, el impacto ambiental de las empresas cae en picado, ya que hoy en día prácticamente todos los aparatos electrónicos funcionan con baterías, es más, tal como destaca en ElNacional.cat el CEO de EAInnova, David Comelles, cada día se tiran unos 25 millones de baterías por todo el mundo, poder reducir este impacto es vital. Además, con este sistema también hay una ventaja económica porque no tienes que comprar las baterías en cuestión.

¿Ahora bien, cómo es que ofrecer una solución para ahorrarte las baterías es tan crucial? Pues por la digitalización. Con este fenómeno global las empresas han incorporado centenares de aparatos sin hilos a sus plantas para hacer diferente tipo de tareas, como por ejemplo el mantenimiento preventivo de la maquinaria, tal como nos explica Comelles. En este contexto, AEInnova, vio la posibilidad de pivotar en su idea inicial y empezó a desarrollar los dispositivos citados con un gran reclamo que Comelles destaca por encima de todo, dar la posibilidad en las empresas que quieran su tecnología de evitar gran parte de su huella de carbono. De hecho, uno de los objetivos fundacionales de la empresa es la responsabilidad ambiental y pueden evitar el uso masivo de baterías, contribuyes a esta responsabilidad.

Además de desarrollar un hardware, los sensores IoT, y la tecnología con la cual funcionan, Comelles también detalla que desde de AEInnova han desarrollado el software de los dispositivos para poder recibir los datos de los sensores. Este software cuenta con inteligencia artificial, haciendo que la tecnología sea mucho más eficiente para las plantas donde se instale.

Desde Catalunya en todo el mundo

De cara a un futuro, Comelles afirma que acaban de abrir una nueva ronda de financiación para captar un total de cinco millones de euros por poder empezar a comercializar su producto, que hasta ahora ha estado en fase de prueba, durante la segunda mitad del año. En este sentido, confían en conseguir su propósito rápidamente para poder empezar a fabricar en masa y así poder empezar a vender. Con respecto a la producción, Comelles asegura que lo harán íntegramente desde Catalunya y asegurando que en el país "hay mucho talento".

La elección de fabricar en Catalunya es sencilla para AEInnova, ya que aseguran que fomentar la economía circular catalana con productores y proveedores de casa es muy importante para ellos porque quiere decir "generar riqueza para Catalunya", aunque, evidentemente, será más costoso que fabricar, por ejemplo, en China. Ahora bien, fabricar en Catalunya también se traduce al reducir la huella de carbono de forma considerable.

Otro de los planes lleva futuro de esta empresa egarense para convertirse "en líderes mundiales" en su sector es hacer su entrada en bolsa en un plazo máximo de tres años. Concretamente, lo harán desde París a través de Euronext y su programa para startups. Así lo harán porque confían en su potencial, y es que no es para menos, ya que la Unión europea ha colocado esta empresa catalana en su top 30 de compañías más tecnológicas del continente y dentro del top 10 en el apartado de empresas ambientales.