Uno de los errores más graves que se le pueden reprochar a Xavi Hernández es haber solicitado el fichaje de Ferran Torres en su momento. Porque no es necesario dar explicaciones sobre el fracaso que ha significado la incorporación del extremo de 23 años, que en ningún momento ha dado motivos para ser importante en el Barça. El rendimiento que ha ofrecido desde el primer día ha estado muy por debajo de las expectativas, y ha sido incapaz de amortizar la inversión que realizaron.

Los 60 millones de euros que costó se le han quedado demasiado grandes, y ahora mismo es un problema más que una solución. Tan solo juega en los partidos intrascendentes o de menor exigencia, y en las grandes citas tiene que conformarse con ser simplemente un revulsivo y entrar en los últimos minutos. Y lejos de aprovechar las oportunidades que tiene, sigue defraudando y mostrando una versión deprimente.

Joan Laporta y Mateu Alemany ya no saben qué hacer con el internacional español, y solamente esperan poder darle salida en el mercado estival. En el Camp Nou no aguantan ni un solo día más al ‘11’, y confían en que llegue alguna oferta aceptable que permita recuperar una parte de lo que pagaron hace poco más de un año al Manchester City. Para nadie es un secreto que fue una operación que en ningún momento convencía en la junta directiva.

Ferran no era el elegido para reforzar el ataque, pero finalmente obedecieron las órdenes de Xavi, una equivocación imperdonable. Y es que tuvieron que renunciar a Dani Olmo, que sí gustaba mucho más, y hubiera tenido un coste similar. A su favor jugaba el hecho de haberse formado en La Masía, y por lo tanto ya conocía el club y la ciudad. El acuerdo con el crack del RB Leipzig estaba cerrado, pero finalmente no salió adelante.

Todo, por responsabilidad del técnico catalán, que prefirió antes traer a Torres, a quien veía más interesante. El tiempo ha demostrado que no era así.

Olmo, planteándose una venganza terrible contra el Barça

Olmo no puede ocultar la decepción que supuso no poder aterrizar en el Barça, y se está planteando una venganza letal, que consistiría en acabar reforzando al eterno rival, el Real Madrid. Se ha ofrecido a Florentino Pérez, y pueden aprovechar que acaba contrato en 2024 para sacarlo del Red Bull Arena a un precio razonable.

Dani tiene decidido que no quiere seguir en la Bundesliga, y su prioridad es llegar a La Liga Santander.