El Barça no llegaba a Mendizorroza con las mejores sensaciones posibles, pero salió con la confianza mucho más alta después de un partido muy completo para llevarse los tres puntos del campo del Alavés (1-3). Los de Xavi Hernández fueron capaces de ponerse dos goles por delante en el marcador contra uno de los equipos menos goleados de Primera División, y aunque recibió un gol que reabría el partido, Vitor Roque lo cerró con el 1-3 definitivo.

El brasileño, aparte de ser de nuevo goleador, fue también protagonista al ver la tarjeta roja fruto de un nuevo escándalo arbitral que el propio Xavi denunció durante la rueda de prensa post-partido. Sea como sea, ni la mancha de la expulsión de 'Tigrinho' hace olvidar, sobre todo, que el FC Barcelona ha reencontrado una gran versión de dos de sus futbolistas más importantes: Robert Lewandowski y Pedri.

Robert Lewandowski, después de marcar el primer gol del Alavés - Barça / Foto: Europa Press
Robert Lewandowski, después de marcar el primer gol del Alavés - Barça / Foto: Europa Press

Christensen, la piedra angular que lo ordenó todo

El Barça jugó de nuevo 4-3-3, pero con cuatro mediocampistas. El falso extremo, en esta ocasión, fue Pedri, emulando aquella posición que adoptaba Andrés Iniesta ahora hace unos años. En este sentido, con João Cancelo como carrilero muy alto, la banda izquierda era solo para el portugués y Pedri tenía la función de jugar por dentro.

En este sentido, Lewandowski e Ilkay Gündoğan, venían generando muy buenos espacios en los últimos partidos, pero ninguno de sus compañeros, aparte del propio Gündogan, les estaba sabiendo interpretar. En este sentido, Pedri, que es uno de los futbolistas con mejor lectura espacial del Barça, no podía hacerlo porque su labor, en los últimos partidos, estaba mucho más cerca de la base. Contra el Alavés, el canario volvió a actuar en posiciones de mediapunta y el resultado fue el de una asistencia para él y el de gol, asistencia y MVP para Gündogan.

Ilkay Gündogan Pedri González Barça / Foto: EFE
Ilkay Gündoğan y Pedri González, celebrando un gol con el Barça / Foto: EFE

Con todo, el secreto del buen funcionamiento de la idea de Xavi Hernández no fue arte de magia, sino que la figura del pivote, este pasado sábado con Andreas Christensen, fue la piedra angular que lo ordenó todo. Durante muchos partidos de la primera vuelta, Oriol Romeu pudo liberar los Frenkie de Jong y Pedri que juegan mucho mejor alejados del eje de la medular, pero este último fin de semana, Christensen fue el eje y, además, cumplió con muy buena nota, recuperando la agresividad defensiva en esta posición y perdiendo muy pocos balones. Sin duda, la grata sorpresa del partido, aparte de los 2 'fichajes' de Pedri y Lewandowski.