El Real Madrid se impuso por la mínima en el Clásico contra el Barça. Aunque el juego del equipo de Xabi Alonso todavía no es brillante, los blancos han mostrado una eficiencia que la temporada pasada no tuvieron. El protagonista indiscutible es Kylian Mbappé: el francés ha anotado 16 goles en 13 partidos y sigue siendo la principal amenaza ofensiva del Madrid. Sus acompañantes más habituales hasta ahora han sido Vinícius Jr y el nuevo fichaje Franco Mastantuono. Sin embargo, la recuperación de Jude Bellingham después de la operación de hombro y la titularidad habitual de Arda Güler limitan los minutos disponibles para el argentino.
Sin espacio en los partidos importantes
Este hecho ya se evidenció en el partido de Champions contra la Juventus, cuando Mastantuono salió en la segunda mitad y solo disputó seis minutos. Esta situación se ha certificado después de ver las decisiones de Xabi Alonso durante el Clásico: el argentino no disputó ningún minuto. El técnico donostiarra prefiere que Bellingham y Güler jueguen juntos y, además, en el que ha sido el partido más importante de la temporada hasta ahora, optó por dar entrada en la segunda mitad a Rodrygo, Brahim o Gonzalo. Por lo tanto, Mastantuono deberá demostrar mucho más de lo que ha hecho hasta ahora si quiere tener un papel destacado en el equipo.
El joven de 18 años llega de una liga de menor nivel, así que es normal que necesite un periodo de adaptación. No obstante, el contexto que se ha creado desde el club blanco ha sido de futbolista muy mediático: se le ha comparado con otros talentos de su edad, como Lamine Yamal, escogido segundo mejor jugador del mundo, mientras que Mastantuono todavía no cuenta con minutos en los partidos importantes. Además, costó un total de 63 millones de euros. Su progresión dependerá del tiempo de juego que Xabi Alonso le ofrezca y de su rendimiento cuando tenga oportunidades.
Mastantuono debe demostrar mucho más
Sobre el terreno de juego, lo que se ha visto hasta ahora es un futbolista con mucha calidad técnica, aunque sin la velocidad necesaria para jugar como extremo. Cuando aparece más por dentro, sin embargo, se muestra más determinante, capaz de dar pases clave o regatear en espacios reducidos. El principal obstáculo es que la posición de mediapunta está ocupada por Bellingham y Güler, limitando su proyección en esta zona. Los números de momento son mejorables: 11 partidos, 1 gol y ninguna asistencia.
Además, su tiempo de juego reducido impide que pueda coger ritmo competitivo. Cada minuto cuenta para adaptarse al fútbol de élite y a la presión de los grandes partidos. Su potencial es evidente, pero hace falta paciencia. Sus decisiones con la pelota son inteligentes, pero aún le falta impactar en situaciones clave. El reto es claro: aprovechar cada oportunidad y convencer a Xabi Alonso de que puede ser un recurso valioso en la rotación ofensiva.