El caso de Rodrygo Goes en el Real Madrid ha llegado a un punto crítico. Lo que empezó como una simple rotación de inicio de temporada se ha convertido en un auténtico problema para el delantero brasileño. Xabi Alonso, que busca consolidar un once estable en su primera gran temporada al frente del club blanco, ha decidido dejarlo fuera del once titular en el duelo más importante del mes: el choque de Champions League ante el Liverpool.
La decisión llama la atención. Pero no por inesperada, sino por lo que significa. Rodrygo esperaba volver a tener protagonismo en los partidos grandes, pero la apuesta del técnico por otros atacantes confirma lo que se temía desde hace semanas: sigue sin ser intocable.
Rodrygo, el mismo actor secundario que era con Ancelotti
El brasileño vive un momento de frustración. A pesar de haber sido un jugador clave en noches europeas, sigue siendo un recurso ocasional. Su papel es tan residual como lo era con Carlo Ancelotti y las sensaciones no acompañan. Apenas ha sido titular en tres partidos de los 14 que ha disputado el Madrid este curso. Y sus estadísticas ofensivas se resumen en tres asistencias.
Fuentes cercanas al vestuario aseguran que el jugador se siente sin confianza y empieza a pensar que Xabi Alonso no cree en él. La competencia en el ataque es feroz. Vinícius, Güler y Mbappé han formado un tridente más equilibrado, mientras que jóvenes como Franco Mastantuono empiezan a reclamar minutos con actuaciones sólidas. Además, no parece que el comportamiento cuestionable de Vini repercuta en tener menos minutos. Juega por decreto.
Rodrygo se acerca cada vez más a la puerta de salida
Rodrygo ha transmitido internamente su malestar. No es un asunto de actitud ni de compromiso, pues siempre ha sido profesional, pero sí de sensaciones. Considera que el entrenador lo ha relegado sin motivo y que el sistema actual no potencia sus cualidades. En su entorno más cercano se habla de un jugador desmotivado y con dudas sobre su futuro inmediato.
La decisión de dejarlo fuera del once contra el Liverpool ha sido la gota que colma el vaso. Para muchos, es una señal clara de que el técnico ya piensa en un futuro sin él. Aunque desde el club nadie lo ha hecho oficial, en los despachos de Valdebebas se empieza a asumir que el brasileño podría buscar una salida en el próximo mercado.
El Real Madrid, consciente del valor del jugador, no lo dejará marchar a cualquier precio. Su cláusula sigue siendo alta y el club ya habría fijado una valoración mínima de unos 85 millones de euros.
Rodrygo, que soñaba con hacer historia en el Bernabéu, ve ahora su papel reducido a la sombra. Xabi Alonso, por su parte, sigue firme en su apuesta táctica y considera que el brasileño no encaja del todo en su planteamiento. Si nada cambia, la historia parece escrita: el entrenador le ha enseñado la puerta de salida.
El tiempo dirá si el talento de Rodrygo volverá a brillar con la camiseta blanca o si su destino, como ya insinúan desde Brasil, estará lejos de Madrid.