Pasan los partidos y cada vez que juega el Real Madrid hay un nombre que claramente es protagonista: Vinícius Júnior. El delantero brasileño, que no destaca precisamente por sus goles, es noticia por sus salidas más allá del juego. Un futbolista que había demostrado mucho, pero que ahora se va apagando, y es fácilmente inflamable y se enciende cada vez que alguien le lleva la contraria. El último episodio polémico ha sido encararse con la afición del Rayo Vallecano.

Vinícius, de lío en lío

Hace años que conocemos a Vinícius y de todo lo que es capaz de hacer. Si está en buena forma y se centra en el fútbol, es capaz de ser uno de los mejores futbolistas del mundo. Pero normalmente no es así, ya que desde hace un tiempo, sobre todo cuando perdió el Balón de Oro de 2024, hizo una bajada sustancial de su rendimiento.

Desde entonces Vinícius no es tan determinante ni regular, y lo que sí que no falla es un lío por partido. Ya pasó en el pasado Clásico contra el Barça, cuando desaprobó su sustitución, pero es que fue un episodio no aislado. Y ahora, en un campo que la afición rival está muy encima, se ha vuelto a encender y a encarar con el público del Rayo Vallecano.

Vinícius Júnior Real Madrid / Foto: EFE
Vinícius Júnior quejándose durante el partido entre el Rayo Vallecano y el Real Madrid / Foto: EFE

Las batallas particulares de Vinícius

La frustración del Real Madrid era evidente, ya que fue incapaz de hacerle ningún gol al conjunto vallecano. Y Vinícius, que es un futbolista que necesita muy poco para saltar a atacar, fue protagonista con sus conversaciones paralelas con la afición del Rayo.

Extrañamente, era un partido más calmado del brasileño, comportándose sobre el césped y sin entrar en las batallas. Pero ya cansado de no ser protagonista, se encaró con la afición rival, que constantemente le abucheaba. Como Vinícius quería jaleo, respondió con ironía "Pagaron para verme".

Pero es que esto no fue todo, ya que también tuvo alguna pequeña batalla dialéctica con un rival, esta vez la víctima fue Álvaro García, a quien yendo hacia los vestuarios le dijo que era "malísimo".

Un Vinícius que en su día más tranquilo tuvo dos capítulos más de sus guerras particulares con los rivales.