Jonas Vingegaard ha sentenciado este miércoles el Tour de Francia 2023, el segundo consecutivo de su carrera, al aprovechar una inesperada pájara Tadej Pogacar, el gran favorito antes del inicio de la carrera. Después de la exhibición de Vingegaard de este martes en la contrarreloj, todos los ojos estaban puestos en Pogacar, en cuál sería la estrategia del esloveno para atacar a Vingegaard en busca del maillot amarillo.

La realidad, sin embargo, ha sido muy diferente, ya que el esloveno no solo no ha podido atacar a su principal rival, sino que, cuando nadie lo esperaba, se ha quedado atrás, un defallecimiento que ya forma parte de la historia del Tour de Francia, ya que le ha supuesto la pérdida de 6 minutos respecto a Vingegaard. La etapa se la ha llevado Felix Gall, que ha aguantado la persecución de Simon Yates para llegar en solitario a la meta de Courchevel.

Pogacar: "Estoy muerto"

Ya desde un primer momento se ha visto que no sería el día de Pogacar, ya que en los primeros kilómetros, con el UAE Team Emirates pensando en la estrategia de la jornada, se ha caído, lo que le ha supuesto una herida en la rodilla, un susto que no auguraba nada bueno. Y así ha sido, ya que la pájara que ha sufrido ha sido tremenda, recordando a la histórica que sufrió Miguel Induráin en 1996, en Les Arcs. "Estoy muerto", ha afirmado Pogacar por radio, un momento histórico en el que quedaba claro que el Tour será para Vingegaard.

Con la primera y la segunda posición ya definidas, ahora la atención queda centrada en el tercer escalón del podio. En estos momentos lo ocupa Adam Yates, compañero de Pogacar, aunque Carlos Rodríguez, Simon Yates y Pello Bilbao están a poco más de un minuto, por lo que podrán intentar atraparlo en la etapa del próximo sábado, la última de alta montaña que queda por delante.

El ataque imposible

La etapa, como se esperaba, se ha animado desde muy pronto, cuando se ha formado una etapa de mucho nivel, con ciclistas de la talla de Pello Bilbao, Simon Yates. Majka, Soler, Gaudu o GallEl plan de Pogacar era tener a Majka delante, para que le ayudara en el ataque previsto, pero todo se ha venido abajo a falta de 15 kilómetros para la meta, cuando todo el mundo esperaba el ataque de Pogacar. El campeón esloveno se ha quedado descolgado del grupo en el que iba Vingegaard.

El danés ha olido la sangre y ha apretado el ritmo, mientras Pogacar dejaba claro al mundo de que en esta ocasión no podría ganar el Tour. "Estoy muerto", ha dicho por radio. Vingegaard, por su parte, ha subido El Col de la Loze a una velocidad de vértigo, hasta alejar a Pogacar 6 minutos más en la clasificación general. El Tour está sentenciado.