Un día complicado, lleno de reivindicaciones y con un pueblo catalán en lucha. En el Camp Nou también se ha reivindicado un partido que nadie ha podido ver en directo, a excepción de los miembros del Barça y del Las Palmas, además de los periodistas.

La afición, presente en los alrededores del estadio blaugrana desde una hora y media antes del partido, como ya es habitual, ha visto cómo no se abrían las puertas y a última hora les dejaban con la miel en los labios. Ningún aficionado se ha podido sentar en su butaca del Camp Nou y la afición ha cargado contra una decisión que no ha gustado a nadie. A pesar de todo, gran parte de los aficionados han sido turistas. Los socios que se han quedado afuera han sido muchos menos de los habituales.

El blanco de todos los tiros ha sido el tempo de la decisión. Los aficionados han criticado con dureza la falta de planificación y todos los planes estropeados, ya sea culpa de Josep Maria Bartomeu o del Gobierno de España.