Terrible agresión en la liga húngara femenina de balonmano. En el partido que disputaba el Dunaujvarosi Kohasz contra el Siofok, la jugadora española Mireya González recibió una contundente falta anti-deportiva que le impidió continuar el partido, y es que un empujón en el aire puede ser muy peligroso y comportar lesiones muy graves. Sus compañeras de equipo y el entrenador se alarmaron al ver que Mireya no se levantaba del suelo después del contundente porrazo propinado por la jugada húngara.
"Eso es lo que pasó al último partido. Esta jugadora me empujó desde el lado con tanta violencia que ella misma se cayó del propio impulso. Sólo imaginad por un momento qué tipo de contusión me ha provocado eso. Evidentemente, no pude seguir jugando el partido. Deseo que este tipo de comportamientos y acciones anti-deportivas sean castigadas como merecen y que todos podamos jugar nuestro deporte respetando las normas y sintiéndonos seguros", explicaba la jugadora en su facebook adjuntando el vídeo del momento.
Al cabo de pocas horas, la española contestó su propia publicación diciendo que "se encontraba mejor y que todo había quedado en un susto".
A pesar de la baja de González, el Kohasz acabó imponiéndose contra el Siofok por un 27-22.