El fichaje de Takefusa Kubo por el Real Madrid ha abierto la caja de los truenos. El joven jugador japonés formó parte del fútbol base del Barça, pero aun así ha acabado vinculándose al eterno rival procedente del Tokyo FC.

El entorno blaugrana ve con resignación cómo el club deja escapar una perla que, teóricamente, el tenía controlada. Take decidió abandonar al Barça el año 2015 después de la sanción que la FIFA aplicó a la entidad por el traspaso irregular de menores, pero el deseo del futbolista siempre había sido volver a Barcelona para triunfar en el Camp Nou.

Uno de los protagonistas que ha criticado su pérdida ha sido Víctor Font, presidenciable en las elecciones del club programadas para el año 2021. En un hilo en Twitter, el empresario catalán ha calificado el traspaso de Take al Madrid como "muy grave".

Todo eso, mientras la directiva de Josep Maria Bartomeu sigue en el punto de mira de un gran sector de aficionados después de los fracasos de Anfield y Benito Villamarín.

La realidad, sin embargo, es que Take llegará a Valdebebas donde, por cierto, será entrenado por una leyenda blanca como Raúl González.