Valentino Rossi no ha colgado el casco en lo emocional. Aunque alejado de la competición como piloto, su influencia en el paddock de MotoGP sigue intacta, y esta temporada hay algo que lo obsesiona: evitar a toda costa que Marc Márquez iguale sus nueve títulos mundiales. Para ello, el ex piloto ya tiene un plan, y su principal instrumento es su discípulo más aventajado: Francesco “Pecco” Bagnaia.
En el entorno de Ducati, Rossi ha comenzado a mover los hilos. Cree firmemente que Pecco es el único capaz de frenar a Márquez, dado que ambos comparten la misma maquinaria: la potente Desmosedici GP25, una moto muy superior a la competencia y en constante evolución. Álex Márquez también está mostrando su candidatura al título y es el otro que puede evitar que Valentino deje de ser el único en el récord, pero su parentesco con Marc le descarta como posible aliado de Rossi en su objetivo.

Rossi ve en Bagnaia al único aliado que puede evitar que Marc Márquez le supere
Para el italiano, el escenario es claro: la batalla por el título se ha reducido a un duelo interno en Ducati, y eso lo cambia todo. No hay lugar para sentimentalismos ni camaradería. El consejo que el mítico número 46 le ha dado a Bagnaia es directo y sin filtros: debe empezar a ver a Márquez como un enemigo, no como un compañero de equipo.
Y no solo eso. Rossi ha sugerido que Pecco adopte una actitud más agresiva, más política, incluso más sucia si es necesario. En la lucha por un campeonato, sobre todo uno que puede impedir que su eterno rival lo iguale en la historia, no hay espacio para el juego limpio. Según fuentes cercanas, Valentino ha dicho sin tapujos que es hora de “usar el poder de Ducati para inclinar la balanza”.

Valentino Rossi también presiona a los responsables de Ducati
Con excelentes relaciones con figuras clave como Davide Tardozzi, Gigi Dall’Igna y Claudio Domenicali, Rossi está presionando para que en la fábrica de Borgo Panigale se empiece a tratar a Bagnaia como el piloto número uno del equipo oficial. Y no lo hace solo por nostalgia o lealtad personal. Lo respalda el currículum: dos campeonatos del mundo, años de compromiso con la marca y una conexión profunda con el proyecto Ducati.
El mensaje está claro: si hay que sacrificar la igualdad dentro del box para asegurar el título, que así sea. Márquez podrá tener velocidad y experiencia, pero Rossi no quiere que tenga apoyo estructural dentro de la casa italiana. En su visión, si Bagnaia quiere revalidar la corona, deberá hacerlo con una nueva mentalidad: más fría, más calculadora, más despiadada.