El Barça se pone en modo multimillonario para asegurarse uno de sus puntales de futuro: Samuel Umtiti. La entidad blaugrana ha blindado al joven defensa francés, de 24 años, con su nueva renovación. Contrato ampliado hasta el 2023, cinco años más de blaugrana, y sobre todo aumento de la temible cláusula de rescisión.
Un blindaje obligado
Después de perder el pasado verano a Neymar Jr. con la morterada que abonó el PSG con los 222 millones de la cláusula, ahora el Barça está obligado a cubrirse las espaldas. Umtiti era un objetivo fácil, porque sólo costaba 60 millones de euros llevárselo a otro equipo. Una gran cantidad de dinero, pero que a día de hoy no son lo que eran hace unos años.
Y el Barça, con miedo de perder a un futbolista clave en este Barça de Ernesto Valverde, ha tenido que sentarse en la mesa a hablar con el francés. Y finalmente ha llegado la deseada foto. Posteriormente en rueda de prensa el presidente Josep Maria Bartomeu ha especificado que ahora tiene la prohibitiva cláusula de 500 millones.
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El central deseado
Y es que Umtiti ha sido aquel jugador que hacía muchos años que el Barça esperaba tener y ahora no se puede permitir el lujo de perderlo. Hace dos temporadas el francés aterrizó en Barcelona proveniente del Olympique de Lyon con el cartel de joven promesa. Mucho menos de lo que realmente ha llegado a ser.
Antes de eso el Barça pasaba horrores cada verano para encontrar a un defensa que pudiera ser la pareja de Gerard Piqué. Desde la marcha de Carles Puyol que la defensa titular del Barça había quedado huérfana. Pero ya antes tampoco se encontraba un suplente de garantías. Y las peripecias que ha pasado el Barça con los fichajes de centrales fallidos es casi interminable. Por fin llegó Umtiti.
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El defensa internacional con Francia, que este verano se pondrá la camiseta bleu en el Mundial de Rusia, se ha consolidado en el Barça con una madurez espectacular. Desde el primer día aprendió como en el Barça se juega con los pies, los defensas tienen que tener dominio de pelota y tienen que saber que el recurso de la pelota jugada es la manera de empezar el juego.
Y Umtiti no ha decepcionado. Desde el primer día cogió la responsabilidad de ser la pareja de Piqué y poco a poco ha ido interiorizando los automatismos. Después de dos años ya se puede decir que Umtiti se ha aferrado en la posición de central izquierdo y la presión de can Barça no es nada para él.