El Barça ha sido multado este martes por la UEFA después de analizar la última jornada de Champions League disputada. Concretamente, la multa llega por no cumplir el código disciplinario en el partido de ida de los octavos de final de la máxima competición europea en el campo del Nápoles.

El partido disputado en San Paolo, jugado el pasado 25 de febrero, empezó más tarde de las 21.00h, por lo tanto, con retraso. La puntualidad es sagrada para la UEFA y por este motivo han anunciado que el Departamento de Control, Ética y Disciplinario de la UEFA, reunido el pasado 26 de marzo, ha determinado una multa de 15.000 euros para el Barça y también para el Nápoles por "conducta indebida del equipo". Y especifican que la multa es por "ser responsables del tardío inicio del partido".

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El duelo, que acabó con empate a un gol y todavía no se ha jugado la vuelta en el Camp Nou por culpa del coronavirus, también ha acabado con más avisos para el Barça. La UEFA ha responsabilizado al entrenador blaugrana Quique Setién de este retraso y lo ha advertido. La multa, tanto del Barça como del Nápoles, tendrá que ser pagada durante los próximos 90 días.

Y encima el club napolitano ha sido multado con 12.000 euros extras porque dejaron entrar punteros láser dentro del campo, también prohibido por la UEFA.